El libro de Génesis nos muestra una historia que ha impactado mucho a la humanidad, debido a su pecado del hombre que subió delante de Dios. Estas personas cometían todos los tipos de males delante de los ojos de Dios, sin importar lo que Dios pensara de ellos. Pero un día todo cambió.
1 – Dios se arrepiente de su creación
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra,
y le dolió en su corazón.
Génesis 6:6
Debido a que el hombre crecía en gran cantidad, así mismo ellos se enaltecían y mataban, y había prostitución y abundaba de todo tipo de atrocidades. Dice que la maldad de ellos era mucha delante de Dios.
Este versículo refleja la profundidad de la corrupción humana y cómo la maldad puede llegar a tal punto que provoca dolor en el corazón de Dios. No significa que Dios se equivocó al crear al hombre, sino que el pecado había alcanzado un nivel tan grave que requería un juicio. Esto nos enseña la seriedad del pecado y la necesidad de vivir en obediencia a nuestro Creador.
2 – Dios escogió un hombre llamado Noé
Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
Génesis 6:8
Este hombre llamado Noé halló gracia ante los ojos de Dios, entonces al Dios ver lo fiel que era este hombre, puso en él la responsabilidad de construir un arca para que todos los animales, él y sus familias sobrevivieran al diluvio que el Señor enviaría en aquellos días.
El hecho de que Noé hallara gracia ante Dios nos recuerda que siempre hay un remanente fiel, incluso en medio de la mayor corrupción. Su vida justa marcó la diferencia, y gracias a ello la humanidad pudo tener una segunda oportunidad. La gracia de Dios nunca depende de nuestras obras, sino de su favor soberano que se derrama sobre aquellos que deciden caminar en integridad.
3 – Construcción del arca de Noé
Hazte un arca de madera de gofer;
harás aposentos en el arca,
y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
Génesis 6:14
En el capitulo 6 del verso 14 de Génesis nos encontramos con las instrucciones detalladas para construir el arca. Dios le dio todas las medidas y los materiales para construir el arca, no cabía duda que Dios estaba con este hombre.
La obediencia de Noé fue absoluta. No cuestionó las instrucciones ni buscó su propio método, sino que siguió al pie de la letra lo que Dios le había mandado. Esto nos enseña la importancia de obedecer la voz del Señor aunque no entendamos por completo el propósito. Cada detalle revelaba que el plan de Dios era perfecto y suficiente para preservar la vida.
4 – Especificaciones de animales
De las aves según su especie,
y de las bestias según su especie,
de todo reptil de la tierra según su especie,
dos de cada especie entrarán contigo,
para que tengan vida.
Génesis 6:20
Este hombre hizo cada una de las cosas que el Señor le decía que hiciera, Noé no puso una excusas para construir el arca, más bien este hombre creyó en lo que Dios le había dicho. Animales de cada especie pudieron entrar al arca para conservar la fauna luego de la destrucción de la tierra con agua.
El mandato de preservar la creación nos recuerda que Dios no solo pensaba en Noé y su familia, sino también en la continuidad de toda la vida en la tierra. Este cuidado divino muestra que el Señor es un Dios de orden y de propósito, que vela tanto por los hombres como por la creación entera. Nada fue dejado al azar.
5 – Cantidad de animales según su pureza
De todo animal limpio tomarás siete parejas,
macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios,
una pareja, el macho y su hembra.
Génesis 7:2
Dios vio que este hombre era el único que estaba bien y que andaba bien delante de Él, por eso lo tomó y le dijo: entra tú y toda tu casa al arca; porque te he visto justo delante de mí en esta generación. Dios le habla en el verso 2 y le dice. De los animales que son limpios, toma 7 parejas y de los que no son limpios solo toma una pareja.
Esta diferencia entre animales limpios e inmundos no solo preservó la creación, sino que también apuntaba al sistema de sacrificios que más tarde Dios establecería para su pueblo. Los animales limpios serían usados en los rituales de adoración, anticipando la obra redentora de Cristo, el sacrificio perfecto y definitivo.
6 – Edad de Noé cuando Dios le habló sobre el diluvio
Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
Génesis 7:6
Dios fortaleció a Noé para que pudiera construir el arca y seguir hacia adelante con todo lo que Dios le había ordenado. Luego de terminada el arca, entraron él, su esposa, sus hijos y las mujeres de sus hijos. Esto fue por causa de la lluvia.
La edad de Noé nos enseña que nunca es tarde para obedecer a Dios. A pesar de su avanzada edad, cumplió con una misión que requería esfuerzo, constancia y paciencia. Esto nos demuestra que el servicio al Señor no tiene límites de tiempo ni de condición, sino que depende de la disposición del corazón.
7 – En que día llegaron las aguas del diluvio
Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
Génesis 7:10
La Biblia registra que las aguas del día del diluvio llegaron el séptimo día, debido a que el tiempo se había cumplido. Noé hizo todo lo que Dios le había mandado, todos los animales según su raza y su especie. También sus hijos y sus las mujeres de sus hijos. Recordemos que Dios nunca hace las cosas desordenadas, porque Dios conoce todo.
Este detalle del séptimo día subraya que los tiempos de Dios son exactos. Él cumple lo que promete en el momento señalado, ni antes ni después. La puntualidad del diluvio revela la soberanía divina y la certeza de que todo lo que Dios habla se cumple sin falta.
Conclusión
La historia de Noé y el diluvio es mucho más que un relato antiguo; es una enseñanza viva para nuestras generaciones. Nos muestra las consecuencias del pecado, pero también la grandeza de la gracia de Dios que salva a quienes confían en Él. A través de la obediencia de un hombre, la humanidad y la creación tuvieron una nueva oportunidad. Que esta historia nos inspire a vivir en rectitud, a obedecer la voz de Dios sin reservas y a confiar en que sus promesas se cumplirán en el tiempo perfecto.