Hoy en día vemos como los tiempos han cambiado y siguen cambiando, esto ocurre por la desobediencia del hombre, donde este se ha olvidado completamente de Dios, y si vemos este verso Bíblico nos daremos cuenta de que es cierto:
y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 24:12
Aquí este verso nos explica lo que está pasando en este mundo tan perverso, cómo el amor de muchos se ha enfriado en gran manera, que observemos los hechos que pasan día a día: Cómo las personas le quitan la vida al otro por nada, cómo se comete homicidio y suicidio, y esto pasa realmente cuando nos alejamos de Dios totalmente; pero algo si pasa y es que si estamos alejados de Él entonces viene el maligno y toma potestad de nuestras vidas, para hacer lo que le venga en gana y acabar con nosotros y con los que nos quedan a nuestro al rededor.
En 1 Pedro 4:8 el autor nos dice claramente lo que debemos de hacer y lo que debemos de tener:
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
1 Pedro 4:8
Aquí nos está diciendo que debemos tener ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados, y esto es lo que el ser humano no ha querido entender, que Dios lo brinda todo. Y que solo en Él está el verdadero amor, porque la palabra es clara y es más cortante que una espada de doble filo. Pero las personas han ignorado tanto este llamado a que amemos a los demás, y como dice en les Escrituras, que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y este fue uno de los mandamientos que Dios nos dejó para que cumplamos con Él, y que así como nosotros nos amamos también amemos a nuestro prójimos.
Pero el ser humano está andando en caminos de perdición cometiendo todo tipo de atrocidades, sin importar el daño que le puedan ocasionar a los demás. Pero algo claro que debemos de tener es que si nos arrepentimos de corazón Dios nos perdona, y es aquí a donde la Biblia se refiere a que el amor cubrirá multitud de pecado.
Concluyendo con este artículo, es bueno que tengamos en cuenta lo que el Señor nos está diciendo aquí en esta lectura Bíblica, y que es bueno que leamos y analicemos lo que estamos haciendo mal y que nos detengamos, y reflexionemos que solo Cristo puede brindarnos el verdadero amor.
Cuando Jesús habló sobre el enfriamiento del amor en Mateo 24, estaba advirtiendo a sus discípulos sobre los tiempos difíciles que vendrían antes del fin. Hoy, más que nunca, vemos cómo esa profecía se cumple: la maldad se ha multiplicado en diferentes formas. No solo hablamos de violencia física, sino también de injusticia social, corrupción, odio en las familias, indiferencia hacia el prójimo y un egoísmo que se ha vuelto normal en la sociedad.
El amor que proviene de Dios no es un sentimiento pasajero, sino una decisión firme de actuar conforme a la voluntad divina. Cuando dejamos que ese amor gobierne nuestro corazón, aprendemos a perdonar, a ayudar y a extender la mano a quienes lo necesitan. El apóstol Pedro lo expresó claramente al decir que el amor cubre multitud de pecados. Esto significa que una vida guiada por el amor de Cristo es capaz de transformar lo negativo en positivo y traer reconciliación donde antes había división.
La falta de amor en el mundo actual se manifiesta también en la frialdad espiritual. Muchas personas se han apartado de la fe, han dejado de congregarse y de orar. El materialismo y las distracciones modernas ocupan el lugar que le corresponde a Dios en el corazón humano. Por eso es importante volver a las Escrituras, reflexionar en ellas y permitir que el Espíritu Santo nos renueve cada día.
La perseverancia es otro aspecto clave mencionado por Jesús. “El que persevere hasta el fin, éste será salvo”. La salvación no es una meta que se alcanza de manera automática, requiere fidelidad y constancia en medio de las pruebas. Aunque el amor de muchos se enfríe, los hijos de Dios deben mantenerse firmes, confiando en que la recompensa de la vida eterna es mucho mayor que cualquier dificultad presente.
Un creyente que vive en amor se convierte en luz en medio de la oscuridad. Su ejemplo inspira a otros a acercarse a Cristo. Por eso, no basta con leer estas palabras, es necesario aplicarlas en la vida diaria. Amar al prójimo no es una opción, es un mandamiento que nos identifica como verdaderos discípulos de Jesús. Tal como Él mismo dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).
Reflexionemos entonces: ¿hemos permitido que el amor de Dios se enfríe en nuestra vida? ¿Estamos siendo indiferentes al sufrimiento ajeno? Si es así, todavía hay tiempo de arrepentirnos y pedirle a Dios que renueve nuestro corazón. La esperanza en Cristo sigue vigente, y su misericordia es nueva cada mañana.
En conclusión, este pasaje bíblico nos recuerda la importancia de mantener el amor vivo en nuestros corazones y de perseverar hasta el fin. El mundo puede llenarse de maldad, pero los hijos de Dios están llamados a ser diferentes. Solo en Cristo hallaremos el amor verdadero que transforma, restaura y salva. Que cada día podamos elegir vivir en ese amor, para que cuando llegue el día final podamos oír de parte de nuestro Señor: “Bien, buen siervo y fiel, entra en el gozo de tu Señor”.