Es muy común en el día de hoy escuchar de boca de los “evangelistas” y “profetas” de renombre la frase: “no toquéis al ungido de Jehová”. ¿Lo ha escuchado usted alguna vez? Esto se ha vuelto muy común, y como siempre, sacando de contexto un versículonde la Biblia, en este casi 1 Crónicas 16:22: “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”.
Este verso es un cántico del Rey David (Sal.105.1-15; 961.1-13;106.47-48) y no se interpreta como estas personas lo han interpretado hoy en día. Escuchamos a estos “profetas” y maestros de la prosperidad decir: “si hablas en contra del ungido morirás” “si tocas al ungido morirás” “si no bendices al ungido de Jehová no serás bendecido”, estos se olvidan del bien y la misericordia sacando este texto de contexto.
Recordemos que en tiempos como los de Jeremías, Isaías y muchos otros profetas se perseguía fuertemente a los profetas o mensajeros de Dios, tuvieron que padecer grandes pruebas, por esto el autor de Hebreos utiliza la frase: “de los cuales el mundo no era digno” y por esto dice David en su cántico “No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”. La palabra “ungido” en este verso posiblemente se esté usando para un Rey.
Las palabras griegas del Nuevo Testamento para «ungir» son chrio, que significa «untar o frotar con aceite» y, por implicación, «consagrar para un oficio o servicio religioso»; y aleipho, que significa «ungir.” En tiempos bíblicos, la gente era ungida con aceite para significar la bendición de Dios o el llamado de Dios a la vida de esa persona (Éxodo 29:7; Éxodo 40:9; 2 Reyes 9:6; Eclesiastés 9:8; Santiago 5:14). Una persona fue ungida para un propósito especial – para ser un rey, un profeta, un constructor, etc.
El mismo Rey David también utilizó la palabra ungido refiriéndose al Rey Saul:
No lo mates! —exclamó David—. ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del Señor? (1ra Samuel 26)
Saul había sido ungido como Rey y David respetaba eso. Pero estos versos no nos hacen un llamado a no hablar en contra de las herejías enseñadas por estos falsos maestros, no es un llamado a no hablar la verdad y manifestar lo que es un error. La Biblia nos manda a discernir lo bueno y lo malo y hacer distinción entre ambos. Este verso no nos está mandando a guardar silencio ante aquellos que sabemos que están mal, recordemos que en el caso de David se trata de «quitar la vida» puesto que Saul lo perseguía, mas Dios puso a Saul en manos de David. Por otro lado, David sabía que Saul había sido puesto por Dios como una autoridad para su pueblo y aún hoy la Biblia nos enseña que debemos someternos a las autoridades terrenales (Ro.13:1).
En conclusión: Hemos sido llamados a predicar el evangelio y también a advertir sobre las falsas doctrinas y con esto no estamos faltando a nadie y menos a estos que se hacen llamar «ungidos de Jehová» pero solo son corruptos que oprimen al pueblo de Dios, aunque sí debemos de respetar a todo el mundo, pero esto sin poner la verdad de Dios por el suelo.