Alabanzas a Dios nuestro protector

Demos gloria y honra al Dios que nos protege cada día, que nos guarda en tiempos de tempestad, solo estaremos seguros en Sus manos. Alabemos a Dios por Su gran amor y misericordia.

Nuestro Dios es poderoso y si no estamos en Sus sendas, pues nuestra seguridad está en peligro porque solo estando en los caminos de Dios tendremos protección de parte de Él. Glorifiquemos Su Santo nombre porque nuestra protección viene de Él.

El pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto y llevado a la tierra que Dios le había prometido. Tuvieron que pasar por diversas dificultades para poder llegar al lugar que Dios le había indicado. Pero lo más maravilloso es que Dios estuvo con ellos durante toda su trayectoria. Oh cuán grande es el amor de nuestro Dios, levantemos nuestras manos y demos cánticos de alabanzas a nuestro Dios.

Querido lector, es importante recordar que la vida está llena de tempestades, pruebas y momentos en los que sentimos miedo o inseguridad. Sin embargo, la Palabra de Dios nos asegura que tenemos un refugio seguro bajo Su protección. El mismo Dios que abrió el Mar Rojo para Israel, es el que abre caminos en medio de nuestras dificultades actuales. Él nunca cambia, Su poder sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Cuando los problemas nos rodean, la mejor decisión que podemos tomar es levantar nuestra mirada al cielo, clamar con fe y creer que Dios tiene control de todo. Muchas veces buscamos refugio en cosas pasajeras, pero la verdadera seguridad está únicamente en el Señor. Jesús mismo dijo que Él es el buen pastor que da Su vida por las ovejas. Esa es la mayor muestra de amor y cuidado que podemos recibir.

Además, la protección de Dios no se limita solo a los grandes problemas. Él también cuida de los detalles pequeños, de esos momentos cotidianos en los que ni siquiera somos conscientes de cuántas veces nos libró del peligro. Un accidente evitado, una puerta que se cierra para abrir una mejor, una enfermedad de la cual salimos victoriosos… todo eso es evidencia de que Dios guarda nuestra salida y nuestra entrada.

La Biblia nos recuerda en Isaías 41:10: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Estas palabras fortalecen nuestra fe y nos animan a seguir confiando en que el Dios que nos protege nunca falla. Aunque los vientos sean fuertes, Su mano es más poderosa que cualquier tormenta.

Por eso, te invito a que cada día entregues tu vida en las manos de Dios. No dejes que la ansiedad te gobierne, más bien descansa en la promesa de que Él es tu guardador fiel. Así como Israel cantaba después de ver la liberación, nosotros también debemos alabar y agradecer porque sabemos que Dios siempre está con nosotros.

En conclusión, demos gloria y honra al Dios que nos protege en todo tiempo. Recordemos que la verdadera seguridad no está en nuestras fuerzas, sino en Su cuidado constante. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro amparo seguro. Confiemos en Él con todo el corazón y vivamos cada día con gratitud, sabiendo que nuestro guardador nunca nos dejará ni nos desamparará. Amén.

Alabemos al Señor aunque andemos en valle de sombra de muerte
Estemos gozosos y alabemos al Señor, porque Su venida se acerca