Mejor es confiar en Dios

Muchos confían en el Dios verdadero y solo en Él depositan todo lo que tienen, pero otros dicen: yo tengo en quien creer y ellos me escuchan, y me prosperan, y me hablan y cuidan de mis familiares.

Mas su palabra nos dice: Que solamente hay uno en cual podemos creer y confiar, y ese es el Dios verdadero, el que siempre protege nuestras vidas, solo en Él hay salvación y vida en abundancia.

Debemos tener en cuenta que las esculturas hechas en manos de hombres, no hacen nada, no ven, no oyen, no palpan, no huelen, no hablan, ni caminan, esto solo es pintura hechas por manos de hombres porque solo Dios es el único omnipotente y que vive por los siglos de los siglos.

Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.

Salmos 118:8

¿Por qué debemos nosotros confiar en Dios? Bueno, porque Dios es quien nos sostiene y nos guarda, y que también nos habla a través de su Palabra y esto es para que si nuestro camino está torcido lo enderecemos.

Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.

Salmos 118:9

Muchos confían en políticos y como dije anteriormente, confían en pinturas creadas por hombres, los cuales fallan, estas gentes prometen y no cumplen nada de lo que prometen, sino que te hablan para que tú lo sigas y le hagas fiestas, pero luego ellos obtienen lo que querían, luego ya no te conocen y ni te miran, mas Dios, a estas personas las mira de lejos. Tu confianza debe estar en Dios, Él sí está atento a todas tus necesidades: Te cuida, y cumple sus promesas porque Él es Dios y cumple todo por encima de todo lo que se oponga.

Todas las naciones me rodearon;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

Salmos 118:10

Confiemos en Dios, Él es quien tiene la potestad de quitar y poner a quien Él quiera, nadie puede burlar a Dios porque Él nos mira desde los cielos, Él, mira a todo aquel que hace lo bueno y lo malo, Él es grande en poder y en majestad, la tierra tiembla ante Él y los demonios huyen. Creamos solo a Dios porque Él sí cumple lo que promete.

Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, aprendemos a vivir con paz y seguridad. El hombre puede fallar, pero Dios nunca falla. La Biblia está llena de ejemplos de personas que decidieron confiar en el Señor y nunca fueron defraudadas. Abraham, por ejemplo, creyó en la promesa de Dios aunque parecía imposible, y finalmente vio cumplido lo que Dios le dijo. Estos relatos nos enseñan que la confianza en el Señor no es en vano, sino que siempre trae fruto.

Hoy en día también somos tentados a poner nuestra confianza en el dinero, en el poder o en las influencias humanas. Sin embargo, todos estos recursos son temporales y limitados. El dinero se gasta, el poder se acaba y las personas se olvidan, pero el amor de Dios permanece para siempre. Cuando entendemos esta verdad, dejamos de vivir con temor y ansiedad, porque sabemos que nuestro Padre celestial tiene el control de todo.

Además, confiar en Dios no significa que nunca enfrentaremos pruebas, sino que en medio de ellas tenemos la certeza de que Él está con nosotros. El mismo salmista David pasó por persecuciones y angustias, pero en todo momento se sostuvo en el Señor. Esa misma promesa está disponible para nosotros: Dios nunca abandona a sus hijos, y aun en la adversidad muestra su fidelidad.

Por eso, cada día debemos renovar nuestra confianza en el Señor, orando y entregándole nuestras cargas. Cuando nuestras fuerzas se agotan, su poder se perfecciona en nuestra debilidad. Al hacerlo, experimentaremos el gozo verdadero y la seguridad de que estamos en las manos del Dios eterno.

Conclusión: No pongamos nuestra confianza en lo que es pasajero, sino en el Dios vivo y verdadero. Él es fiel, cumple lo que promete y nos sostiene en cada paso de nuestro camino. Confiar en Dios es la decisión más sabia que un ser humano puede tomar, porque en Él hallamos salvación, vida eterna y verdadera paz.

Guárdame, Dios, porque en ti he confiado
Confía en Él, y Él hará