Caminando sobre la roca firme

La roca firme es nuestro Señor. Por Él podemos caminar confiadamente, ya que si caminamos en esta roca, nunca nos caeremos en el vacío.

Por ejemplo, cuando construimos una casa en tierra que no es firme, ¿que pasaría? Pues la casa se hundirá poco a poco, pero cuando edificamos esta casa encima de tierra fuerte y firme, es muy difícil que la casa se hunda o se caiga, porque supiste construir en buena tierra o en encima de una roca que es totalmente firme.

Es por eso que hacemos una breve comparación de quién es nuestro Señor para nosotros, Él es nuestro sustento y quien nos cuida día tras día, por eso debemos confiar plenamente. Dios es nuestro consejero nuestro ayudador, solo Él es quien guía nuestro caminar, quien afirma nuestro paso es El Señor de los ejércitos.

En el libro de los salmos, encontramos una plegaria de David hacia Dios, para que Dios le ayude y le dé una respuesta, pero veamos el llamado que está haciendo David en este salmo:

28 A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.

Salmos 28:1

Podemos observar que aparte de que David está clamando a Dios por su gran bondad y su gran misericordia, pero en este salmo podemos ver que David también rinde alabanzas a Dios, esto dice David: “A ti clamaré, Roca mía”, o sea, el Señor es nuestra Roca y debemos siempre confiar en Él.

Por eso es bueno que cada día, podamos estar sobre la Roca firme, caminar sobre la Roca que es nuestro Señor, porque si confiamos en esta Roca fuerte y firme no nos derrumbaremos porque El Señor es quien nos sostiene.

La importancia de edificar sobre la Roca

Jesús también enseñó esta verdad en el Nuevo Testamento cuando dijo que el hombre prudente construye su casa sobre la roca, y aunque vengan lluvias, ríos o vientos fuertes, aquella casa permanece porque está bien cimentada. En cambio, el hombre insensato construye sobre la arena, y cuando llegan las tormentas, todo se derrumba. Esta parábola refleja la realidad espiritual de nuestra vida: solo quienes edifican su fe en Cristo permanecen firmes ante las pruebas.

Dios como sustento en medio de las pruebas

Cada día enfrentamos desafíos, tentaciones y dificultades que buscan derribar nuestra fe. Si nuestra confianza está puesta en cosas pasajeras como el dinero, el poder o los amigos, fácilmente nos sentiremos derrotados. Sin embargo, si confiamos en Dios como nuestra roca, ninguna tormenta nos podrá destruir. Él es el que nos guarda en medio de los problemas, el que nos levanta cuando caemos y el que nos da seguridad en los momentos más oscuros.

Aplicación para nuestra vida

Así como una construcción requiere una base sólida, nuestra vida espiritual necesita estar cimentada en la verdad de la Palabra de Dios. Orar diariamente, leer las Escrituras y mantener comunión con el Señor es edificar sobre la roca. La oración de David en el Salmo 28 es un recordatorio de que podemos clamar a Dios en cualquier momento, y que Él no se desentiende de sus hijos. Cada paso que demos debe estar guiado por la fe en el Señor, pues Él es quien asegura nuestro destino.

Conclusión

El Señor es nuestra roca firme, nuestro refugio seguro y nuestro fundamento eterno. Mientras más cerca estemos de Él, más firmes seremos ante las dificultades de la vida. Así como David clamaba a Dios llamándole “Roca mía”, también nosotros podemos tener la seguridad de que, al confiar plenamente en Él, nunca seremos movidos. Edifiquemos nuestras vidas sobre Cristo, la roca inconmovible, y vivamos confiados en que Él siempre nos sostendrá.

Exhortación a alabar a Dios
Dios es luz