Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado

Hermanos, es bueno que busquemos a Dios mientras pueda ser hallado, porque llegará un tiempo en el cual no podrá ser hallado. Acercarnos al Señor debe ser una prioridad diaria, no algo que dejemos para después. Nuestro Dios es poderoso y restaurará tu vida, pero la invitación está en responder hoy, no mañana, a ese llamado de gracia que Él nos hace. El tiempo de salvación y de misericordia es ahora, mientras estamos con vida y Su Espíritu nos convence de pecado y de justicia.

Buscar a nuestro Dios nos ayuda cada día a estar firmes, a conocerle más profundamente, y a experimentar Su amor en cada detalle de nuestra vida. Cuando buscamos a Dios es porque anhelamos más de Él, porque reconocemos que solo en Su presencia encontramos paz y dirección. Ese anhelo debe crecer en nosotros constantemente, y esto es de suma importancia para nuestra vida espiritual. Una fe sin búsqueda se estanca, pero una fe que busca se fortalece, florece y da fruto abundante.

En el libro del profeta Isaías, encontramos un llamado urgente que él dirige a un pueblo que vivía alejado de la voluntad del Señor, practicando la impiedad y olvidando la ley divina. Escuchemos con atención estas palabras:

6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Isaías 55:6-8

Estas palabras son una exhortación clara: había un tiempo de oportunidad para acercarse a Dios, pero esa oportunidad no sería eterna. Isaías llama al pueblo a buscar al Señor mientras todavía podían hacerlo, a invocarle mientras aún estaba cercano. Esto nos recuerda que la vida es corta y que nuestra oportunidad de arrepentirnos no dura para siempre. Hoy estamos vivos y podemos doblar rodillas, pero mañana puede ser tarde. Por eso la invitación sigue siendo la misma: busca a Dios hoy, mientras tienes la oportunidad.

El profeta también les dice: «Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos». La búsqueda de Dios no se trata solo de orar o de cantar cánticos, sino de un cambio de vida. Es un llamado a dejar atrás los malos caminos, las obras de la carne, los pensamientos de maldad, y volverse de todo corazón al Señor. Porque cuando damos la espalda al pecado y corremos hacia Dios, Él nos recibe con misericordia. No importa qué tan lejos hayamos estado, el Señor es amplio en perdonar y siempre tiene los brazos abiertos para restaurarnos.

Isaías nos recuerda también que «los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos, ni nuestros caminos sus caminos». A veces creemos que no merecemos el perdón, o pensamos que ya no hay vuelta atrás por los errores cometidos. Pero el amor de Dios es más grande que nuestro pecado, y Su misericordia es más profunda que nuestra culpa. Él no piensa como los hombres, que guardan rencor o levantan muros; Él se deleita en perdonar y en dar nuevas oportunidades. Por eso debemos buscarle, porque en Él siempre encontraremos gracia abundante.

Este mensaje sigue siendo actual. En un mundo lleno de distracciones, donde muchos buscan soluciones en lo material, en la ciencia o en filosofías humanas, Dios nos dice: «Buscadme a mí». La verdadera esperanza, la paz que sobrepasa todo entendimiento, la vida eterna y el gozo verdadero solo se encuentran en Cristo. Es tiempo de volvernos a Él con un corazón sincero, de dejar los pensamientos que nos alejan, y de poner nuestra mirada en el Dios que salva y transforma.

Querido lector, hoy es el día de salvación. Busca al Señor mientras puedes, invócale en tanto que está cercano. Él tendrá misericordia de ti, perdonará tus pecados y te dará vida en abundancia. No pospongas más tu encuentro con Dios, porque cada día que pasa es un regalo de Su gracia. Aprovecha esta oportunidad y decide caminar en Sus caminos, porque Sus pensamientos son más altos y Sus planes son eternos.

Levántate y resplandece
"El fin justifica los medios"