La pornografía está atacando a mucha gente y es un mal que muchos ven como bueno y satisfactorio. Este mal ha sido utilizado por satanás para envolver a la mayoría, y solo existe uno que desde traer liberación y paz: Dios.
Vivimos en tiempos donde la pornografía se ha normalizado de tal manera que hasta los niños y jóvenes tienen fácil acceso a ella. Las redes sociales, la televisión y hasta los dispositivos móviles se han convertido en puertas abiertas para un mundo que parece placentero en apariencia, pero que en realidad destruye poco a poco la mente, el corazón y las relaciones. Este es un problema silencioso, pues muchas veces se esconde bajo la vergüenza, pero que termina dañando familias, matrimonios y vidas enteras.
La solución a ese problema es mirar solo a Dios, leer su palabra, estudiar las artimañas del enemigo y pedirle a Dios discernimiento. Si no buscas la ayuda de Dios, tu vida no cambiará y seguirás siendo la misma persona que luchará y peleará contra ese deseo que día a día hace que tu vida se decline hacia la perdición.
Es importante entender que este mal no se vence con simples fuerzas humanas. Muchos intentan dejarlo por voluntad propia, pero terminan cayendo una y otra vez. Por eso la Biblia nos enseña que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra potestades espirituales. La pornografía es parte de esa lucha, y la única manera de vencerla es revestidos con la armadura de Dios. El creyente que se aferra a la Palabra recibe fortaleza para resistir las tentaciones que parecen irresistibles.
Por eso es recomendable que guardes la Palabra de Dios en tu corazón para no pecar contra Dios. Así cuando el enemigo venga a querer a lanzarnos esos dardos, nosotros podamos tener como defensa Sus Palabras que son fieles y verdaderas.
La Biblia es un escudo poderoso contra la tentación. Cuando el enemigo te susurre que no puedes dejar ese hábito, la Palabra de Dios recordará que sí puedes, porque todo lo puedes en Cristo que te fortalece. Cuando satanás te quiera acusar con culpa, la Palabra te dirá que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Al tener la Palabra grabada en la mente y el corazón, se puede vivir en libertad y no en esclavitud.
Dios es quien nos puede libertar y hacernos personas diferentes. Seamos entendidos, actuemos en el nombre Todopoderoso de Jesús, no dudemos que Él nos puede hacer todo esto posible.
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él:
Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Juan 8:31-32
Para que podamos ser libertados debemos permanecer en su palabra, lo dijo el mismo creador de todo, como vimos en los versículos anteriores. Es decir, la libertad verdadera no proviene de terapias humanas, aunque estas pueden ayudar, sino que la transformación genuina está en Cristo. Él es quien rompe cadenas y da nueva vida.
También podemos ver lo que David decía en este capitulo 18 del libro de los salmos:
35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.Salmos 18:35-36
David hace mención de varias cosas las cuales Dios había dado, como el escudo de la salvación, y al final dice también que sus pies no resbalaron porque Dios afirmaba sus pasos. Y esto fue posible gracias a que David se mantenía fiel y que la palabra de Dios estaba en su corazón.
Al igual que David, nosotros podemos ser fortalecidos si buscamos a Dios en oración constante. La disciplina espiritual de leer la Biblia, orar y congregarse no es un ritual vacío, sino un alimento que da firmeza al creyente. La pornografía se combate con la luz de Cristo, porque donde hay luz las tinieblas no pueden permanecer.
Así que, guarda bien la palabra de Dios en tu corazón y serás libertado de todo lo que te hace la guerra. No olvides que no hay condena eterna para aquel que se arrepiente y busca refugio en Cristo. La batalla puede ser dura, pero no estás solo, el Espíritu Santo camina contigo para que puedas vivir en santidad y pureza, disfrutando de la verdadera libertad que viene del cielo.
Conclusión: La pornografía es un enemigo silencioso, pero no invencible. Con Cristo, la victoria es posible. Decide hoy llenar tu mente y tu corazón de la Palabra, porque solo la verdad de Dios puede darte la libertad que anhelas. No pierdas más tiempo, corre a los brazos del Padre y deja que Él transforme tu vida.