¿Dios existe?

Muchas personas cuestionan la existencia de Dios y esto ha sucedido a lo largo de toda la historia. Personas que creen que no existe nada como un Dios, sino que todo lo que sucede ha sucedido porque sí y punto. Pero muchas veces estos se chocan ante la realidad de hacerse la pregunta: ¿Cómo fueron creadas todas estas maravillas que veo? Nada de esto ha salido de la nada, existe un Dios creador de todas las cosas y por Él existe todo, y esto nos hace pensar en el eterno poder de nuestro amado Creador.

Dicen: ¿Cómo me puedes demostrar que Dios realmente existe si no lo podemos ver? Bueno, nosotros tampoco le podemos ver, no lo hemos visto y no hay hombre que pueda resistir verlo. Pero de algo estamos completamente seguros, y es que, aunque no le podamos ver, cuando vemos toda la creación: el cielo, el mar y todas las maravillas de la naturaleza, podemos creer que tras todo esto existe un ser mucho mayor que nosotros, y por supuesto, ese ser que muchos llaman «un ser superior», se llama Dios.

El apóstol pablo dijo a los Romanos:

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Romanos 1:20

Es cierto que para nosotros Dios es un ser invisible, porque no le podemos ver, pero esta parte invisible Dios se hace visible a través de toda la creación. ¿De qué otra forma podemos demostrar que Dios es real y que tiene poder? Sencillo, con todo lo que ha hecho en nuestras vidas. Demostrando que ninguna institución en la faz de la tierra ha podido cambiar al peor de los hombres, pero Cristo, cuando Cristo entra en el corazón de un hombre lo cambia porque lo cambia.

A lo largo de la historia han surgido corrientes filosóficas y científicas que intentan explicar el origen del universo sin la intervención de un Creador. Sin embargo, cuando analizamos cada una de estas teorías, notamos que siempre queda un vacío que no logran responder: ¿de dónde salió la materia inicial?, ¿qué dio inicio a todo? La fe cristiana responde claramente a esto: fue Dios quien creó todo de la nada, por el poder de su Palabra. Nada de lo que vemos es fruto del azar, sino de un plan perfecto.

La Biblia, a lo largo de sus páginas, nos revela al Dios que no podemos ver físicamente, pero que se hace real a través de sus obras. Desde el primer capítulo del Génesis hasta el Apocalipsis, encontramos un hilo conductor que nos recuerda que la creación entera refleja la gloria de Dios. Por eso, cada amanecer, cada flor, cada detalle de la naturaleza nos invita a reconocer la existencia de un Ser Supremo que sostiene todo con su poder.

Además de la naturaleza, hay otra evidencia poderosa: la transformación de la vida humana. Muchas personas han intentado cambiar su carácter con ayuda de métodos humanos, terapias o filosofías, y aunque algunas herramientas pueden ser útiles, ninguna logra transformar el corazón de manera radical y permanente como lo hace Dios. Millones de testimonios alrededor del mundo confirman que Cristo sigue cambiando vidas, restaurando matrimonios, sanando heridas emocionales y dando paz a quienes antes vivían en desesperanza.

Cuando abrimos nuestro corazón a la fe, comprendemos que no se trata solo de aceptar intelectualmente que Dios existe, sino de experimentarlo de manera personal. Dios no es una idea abstracta ni un mito cultural; es un Padre amoroso que desea tener una relación con cada ser humano. Él se acerca a nosotros a través de su Espíritu y nos invita a confiar plenamente en Él. Esta experiencia es algo que trasciende cualquier argumento, porque quien la vive no puede negarla.

Incluso en la ciencia moderna, muchos investigadores han reconocido que el universo muestra un orden tan perfecto que parece imposible atribuirlo únicamente al azar. La llamada “teoría del diseño inteligente” surge como una alternativa para explicar cómo la complejidad de la vida apunta a un Diseñador. Esto no reemplaza la fe, pero sí refuerza la idea de que lo que enseña la Biblia tiene fundamento observable en la realidad.

Por eso, no debemos temer a las dudas o cuestionamientos sobre la existencia de Dios, porque la misma creación y la experiencia de millones de creyentes a lo largo de la historia nos muestran que Dios es real. Nuestra tarea es compartir este mensaje con amor y convicción, mostrando a través de nuestras palabras y nuestras acciones que Dios vive y obra hoy.

Confiemos en Dios con todo nuestro corazón y hablémosle a los hombres lo majestuoso y poderoso que es nuestro Dios. Que cada día podamos dar testimonio de su grandeza, no solo con palabras, sino con una vida transformada que apunte hacia Aquel que lo hizo todo y que sostiene nuestra existencia.

No nos cansemos de hacer el bien
La venida del Hijo del Hombre