A veces decimos que nos sacrificaremos en honor al Señor, que todo lo que haremos será para el Señor, que lo haremos con amor y que será para su honra. Y así es que debe ser ya que nuestro Señor Jesús lo hizo por cada uno de nosotros.
Cada día debemos manifestar el amor hacia Dios con gracia y dedicación, porque si tenemos amor, esto fue gracias a Él, por eso es que debemos hacer las cosas de acuerdo a como están escritas en Su Palabra.
Al sacrificar en honor a Dios, tenemos ganancia, porque lo estamos haciendo por nuestro Salvador, aquel que nos libertó de la esclavitud en las que nos tenía satanás. Es por eso que todo lo que debe ser con honra y alabanzas a Dios. Él se la merece.
Algo muy importante es que el sacrificio siempre debe de ir acompañado de misericordia, de bondad, obediencia, porque si no está acompañado de estas cosas, de nada de servirá tal sacrificio.
La carta a Tito nos arroja unas palabras poderosa y a la vez de corrección y para que nos acordemos que así como nuestro Padre celestial hace el bien, también nosotros debemos hacerlo en su nombre.
quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Tito 2:14
De esta forma como el Señor pudo entregarse en sacrifico por nosotros, para traer libertad a nuestro espíritu que estaba en cautiverio, así mismo trabajemos nosotros con amor y con un corazón lleno de misericordia, siendo gratos en todo por la virtud dada por nuestro Dios, siendo elegidos para llevar la palabra de salvación a todo aquel no conoce de ella.
Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;
Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.
Jonás 2:9
Tomemos como ejemplo el versículo anterior de Jonás. Este da gracias y alabanzas completamente a Dios por su amor y porque Él es el Dios de su salvación. Dice que ofrecerá sacrificio a Dios, pagará lo que prometió. Dios, viendo esto, fue grato delante de Él. Josué dio sus alabanzas y honra a Dios con amor y sacrificio.