(www.mimejoralabanza.com) — John Piper dijo una vez: “Para el que se ha aburrido de leer la Biblia: si una persona ciega no puede ver el sol, no es culpa del sol”. La lectura bíblica es una parte vital de la formación del cristiano. La lectura de su Palabra es un medio para acercarnos a él y conocer su voluntad. Si no leemos le Biblia, nos quedaremos ciegos espiritualmente y no conoceremos a Dios.
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2ª Timoteo 3:14-17
El apóstol Pablo en estos versos se encarga de recordarle a Timoteo en persistir en aquello que había aprendido en las Sagradas Escrituras. Timoteo no jugaba cualquier papel, la responsabilidad del joven pastor era el de alimentar a un pueblo que quería servir bien a Dios y su mayor herramienta era la fiel y poderosa palabra de Dios, por lo cual no podía descuidarse de su lectura. En nuestra iglesia no necesitamos nada más que este libro, pues toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
No necesitamos hacer teatros y cuantas cosas, la infalible palabra de Dios es suficiente para cualquier obra eclesiástica que vayamos a emprender. David Wilkerson dijo: “…mucha gente joven está comenzando algo nuevo. Están cansados de las ‘mega iglesias’. Dicen: «Fuimos a la iglesia buscando, tuvimos hambre de Dios. Y lo que hemos encontrado es un evangelio contaminado…..Ellos dicen: «Estamos cansados de las grandes iglesias, cansados de estos ‘juguetes’, cansados de este evangelio tan cómodo. Seguimos vacíos. Queremos algo que nos encienda. Buscamos un Cristo radical, y no lo estamos recibiendo»….”
Aquí esta el problema de apartar la palabra de Dios, y esta aconteciendo que sobre muchas iglesias Dios ha pronunciado ICABOD: (heb. îkâbôd, «la gloria ha partido» o «sin gloria», de acuerdo con la interpretación dada en 1 S. 4:21). Hemos sustituido la palabra de Dios por un montón de métodos y enseñanzas extrañas y nuestro deber como iglesia es simplemente detener esto y traer una reforma a nuestros días donde la palabra de Dios reine en los corazones de las personas. Estamos cansados de escuchar sobre avivamientos, sobre algo sobrenatural, sobre esto y aquello, lo que necesitamos es la poderosa palabra de Dios. Alguien dijo: Ningún avivamiento tiene comienzo sin antes tener la palabra de Dios, si hermanos, no me hables de avivamiento cuando la decadencia de la lectura de la palabra de Dios se vuelve cada vez mayor dentro de la iglesia.
El profeta Isaías expresa: “pero mirare a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y tiembla a mi palabra”. (Isaías 66:2). Si queremos hacer temblar el corazón de aquellos que no sirven a Cristo, entonces nuestro corazón tiene que temblar primero, quisiera hacerles una pregunta esta noche: ¿Cuando lees la Biblia, tu corazón tiembla?
Paul Washer dijo: Él que no discierne ninguna demanda en el llamado del evangelio, ha escuchado el mensaje superficialmente. El corazon que oye, tiembla.
Al leer este gran libro algún efecto debe de producir en nuestras vidas y no solo esta seria la pregunta, la siguiente pregunta seria: ¿Estudiamos en este libro quien es Dios y estamos interesados en este libro? John MacArthur dijo: “Si no tienes interés en este libro (la Biblia), entonces eres como los que están allá afuera”. Cabe abundar que en nuestros días hay muchos que son miembros activos en la iglesia, pero en cuanto a la lectura de la Biblia son tan pasivos como aquellos que viven en el mundo. Para conocer a Dios debemos de pasar tiempo leyendo este libro, estudiando este libro. El profeta Jeremías dice en el capitulo 4, versos 23 y 24: Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. Como iglesia estamos llamados a conocer a Dios, a tener una experiencia con el Dios vivo, porque a través del conocimiento pleno de su palabra adaptándola a nuestras vidas entonces conocemos a Dios. No importa cuanta sabiduría secular tengamos, cuantas riquezas y vigor, nuestra única gloria es servir a Dios y conocer al mismo.
Nuestras iglesias, predicadores y demás miembros activos hoy en día buscan ideas no bíblicas de cómo debe de ser la iglesia, métodos de cómo hacerla crecer, y sus preocupaciones por lo exterior van mas allá del interior del alma, sus preocupaciones por buscar métodos seculares van mas allá de buscar métodos verdaderamente bíblicos y esto es porque nuestros lideres se han olvidado de aquello que Pablo le dijo a Timoteo de que la palabra era útil para todo.
Para concluir con este punto, queridos hermanos mi intención es hacer que usted se aferre al estudio de este libro para que así pueda vivir una mejor vida cristiana y no estudiarlo simplemente para el conocimiento, sino para algo mucho mas valioso que es aplicar el conocimiento del mismo. Pasemos tiempo leyendo este libro, antes de ir a tu televisor o cualquier otra cosa que no vaya a edificar tu alma, pues te recomiendo que mejor vayas a tu oficina y leas este libro, y estudies este libro. Prosigamos en conocer a Dios y su palabra y seremos una iglesia saludable.
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