El amor de nuestro amado Señor nos hace ser valientes y estar con gran gozo aún en nuestros momentos de debilidad, sean persecuciones, afrentas, pruebas, con todo esto Cristo es nuestro Señor.
Es por eso que Dios se manifiesta en nuestras debilidades, somos fortalecidos en el momento que menos esperamos, pasamos muchas luchas, sentimos hasta que no podemos más, pero el débil puede decir «fuerte soy».
En nuestras debilidades, es claro que el enemigo nos pone en el pensamiento que Dios no está con nosotros, pero sabemos muy bien que no es así, Dios está a nuestro lado todo el tiempo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:10
El versículo anterior nos muestra que debemos creer y gozarnos en el Señor, aún en medio del dolor, porque Él está siempre presente, incluso en nuestras debilidades.
En los versículos anteriores Pablo habla de que lo abofeteaba para que no se enalteciera sobremanera, y había pedido al Señor que le fuese quitado tal aguijón, a lo que el Señor le respondió «Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad» y es por eso que Pablo dice luego «me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo».
Hermanos en Cristo, no desmayemos, la Biblia nos enseña claramente que este Camino no es fácil, es por eso que debemos estar gozosos aún en medio del dolor, y proclamar que somos fuertes aún cuando parecemos débiles.
