Siempre debemos reconocer que solo en el nombre del Dios Todopoderoso hay poder, debemos creer solo en Él, confiar con todo nuestro corazón. Todo es por Él y todo lo que se mueve es porque así Él lo ha decidido porque solo a Él todas las cosas obedecen.
Todo lo que hagamos, debemos hacerlo confiando en el Señor, dando las gracias por Su gran poder y amor, por Su majestad y por la hermosura de Su presencia. ¿Quién como nuestro Señor que habla a los montes y ellos le obedecen?. Este es nuestro poderoso y grande Dios.
La misma naturaleza habla de Su grandeza, de Su poderío y de todas las cosas que nos rodean, que rinden honor y gloria solo a Él. Suya es la gloria y la alabanza , a Él debemos rendir todo lo que somos, Rey de reyes y Señor de señores.
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Daniel 4:35
El libro de Daniel nos arroja algo importante sobre una historia de un rey que pensaba que él era todo y que nadie era como él, pero estaba muy equivocado, y este rey se llamaba Nabucodonosor.
Este rey fue castigado por el Creador de todas las cosas, porque como dice este versículo del libro de Daniel, que nadie puede mandarlo y ni decirle qué hacer, porque Él sabe todas las cosas y hasta dónde pueden llegar.
Aquel que controla los ejércitos en los cielos, que hace maravillas, y que está acompañado de truenos y relámpagos, que Su rostro brilla como el sol. porque solo de Él viene el poder. Alabemos Su Santo y bendito nombre para siempre.