Toda la Palabra de Dios es digna de que les prestemos suma atención a todo lo escrito en ellas. A veces dejamos pasar por alto cosas que parecen sencillas pero que en realidad deben tener la más suprema importancia.
Hay un tema para que para todos puede llegar a ser el más difícil: «El perdón». Perdonar ya es una palabra que de por sí contiene un peso enorme. ¿En cuantas situaciones has estado envuelto en las que se te ha hecho imposible perdonar al cien por ciento a pesar de que eres cristiano?
Hay quienes dicen: «Que te perdone Dios». Pero esa misma persona que se expresa de esa manera le pide perdón a Dios por sus propios pecados. Entonces, ¿crees que tiene lógica pedir misericordia a Dios cuando tú no tienes misericordia de quienes están a tu lado?
La Biblia nos dice algo muy importante al respecto:
Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos perdonará vuestras transgresiones.
Marcos 11:26
El punto aquí es que una persona que no perdone, notablemente no ha conocido el amor de Dios, quien entregó su vida por nosotros, llevando todos nuestros pecados en una cruz aún cuando nosotros no fuimos merecedores de esa gracia.
Oh querido hermano, el perdón, es un arte celestial que debemos practicar si presumimos que realmente conocemos a Dios.