Hermanos, no tengamos envidia de las acciones que toma el injusto, ni estemos cerca de ellos, ni tomemos su camino, porque todo lo que el injusto hace, pues esto es abominación delante de Dios.
Seamos sabios en los caminos del Señor, el hombre injusto siempre está maquinando hacer el mal para su beneficio, buscando la forma de hacer las cosas a su manera. Éste no escucha el llamado de Dios, éste tiene su corazón muy lejos de la voluntad divina de Dios.
El libro de los proverbios, nos habla acerca del hombre injusto y de su camino, camino que lo lleva a cometer diversas atrocidades:
31 No envidies al hombre injusto, Ni escojas ninguno de sus caminos.
32 Porque Jehová abomina al perverso; Mas su comunión íntima es con los justos.
33 La maldición de Jehová está en la casa del impío, Pero bendecirá la morada de los justos.
Proverbios 3:31-33
El primer verso del capítulo 3 de proverbios nos habla de que no tengamos envidia de las cosas que hace el hombre injusto, que no envidiemos sus caminos, aunque parezca próspero terrenalmente hablando. No te sientas mal, solo mira al Señor que es el dador de todas las cosas, en Él las cosas son eternas y lo que Él nos da son cosas saludables, nos guía por el buen camino para que siempre estemos más que seguros.
El verso 32 dice que Dios abomina al perverso, y tiene comunión con los que son justos, aquellos que andan en la justicia de Dios.
Y el verso 33 nos dice claramente que la maldición de Dios está sobre aquellos cuyos pensamientos son perversos, pero Dios bendecirá la casa de los justos. Así que, seamos justos y hagamos lo que Dios dice, no envidiemos al injusto, ni tomemos sus caminos.