Por este mundo han pasado muchísimas personas que han sido muy sabios y que al día de hoy seguimos recordando y están plasmadas en los libros. También han pasado personas que han tenido grandes logros y descubrimientos, pero ninguno de ellos puede compararse con la sabiduría y el poderío de nuestro Dios.
La Biblia dice:
20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.
Daniel 2:20-22
Estos versos son parte de una oración de Daniel cuando el rey Nabucodonosor quería que le interpretasen un sueño y Dios reveló a Daniel tal visión. Y es increíble cómo el rey llamó a sus hombres más inteligentes y capaces y ninguno de ellos pudo interpretar el sueño del rey, sin embargo, había un hombre de Dios llamado Daniel, que a través de él Dios demostró de quién en realidad es el poder y la sabiduría.
Este es uno de los escenarios bíblicos donde Dios demuestra una vez más Su gloria y sabiduría y sin duda alguna esto iba a hacer una obra poderosa en el corazón del rey.
De la misma manera hoy, Dios sigue siendo el más sabio y el más poderoso. No hay sabiduría que sea tan grande que se pueda comparar a la de Dios, incluso la Biblia nos dice: «Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres» (1 Corintios 1:25).