El refugio del justo viene del Señor de los ejércitos

Oh todos justos, aclamen a Dios, den gloria y honra al único y verdadero Dios. Demos gracias a Dios porque nuestro refugio viene de Él, por Él estamos aquí.

Quién es este que nos ayuda en todos los momentos de precariedad, aún cuando nos sentimos desesperados Él viene y nos cubre bajo sus alas, y nos abre el camino en medio de tinieblas. Este es Dios.

¿De dónde viene nuestro refugio sino de Dios el cual nos sostiene y quita todos los obstáculos que se presentan delante de nosotros?.

En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?

Salmos 11:1

Si Dios no hubiese sido nuestro refugio, entonces moriríamos, y todo los dardos del enemigo vinieran sobre nosotros y nos acabarían. Pero tenemos uno grande en poder y poderoso en batalla: Dios grande y fuerte, el Alfa y la Omega, el Principio y Fin. Este es nuestro refugio.

Por eso nuestra alma aclama al Dios de nuestra salvación, así como Él hace que el sol salga para toda la humanidad. De esta forma Dios nos protege.

Un hombre por sí solo no tiene luz para caminar por medio de una oscuridad sin ser tocado por aquel que siempre está atento a destruirte. Dios en medio de este momento te defiende y te ayuda. Dios es tu socorro, el Dios en el cual puedes confiar, Tu refugio y fortalecedor. Solo en Él puedes levantarte y seguir.

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