A lo largo de los años, Brasil se ha visto envuelto en varias polémicas religiosas que han sorprendido al mundo entero. ¿Recuerdas el carnaval en el que, con una puesta en escena, blasfemaron contra Jesús al hacer que Satanás lo venciera en el desfile? También llegó a mostrarse una imagen de Jesús bebiendo cerveza y, en otra ocasión, una serie ridiculizó la historia bíblica de Jesús y sus discípulos.
En el ámbito satánico estas manifestaciones no se detienen. A finales de marzo de 2025 se celebró en Brasil el que, según los registros civiles, sería el primer matrimonio “luciferino” oficialmente reconocido en el país. Quizá muchos desconozcan que, tanto en Brasil como en otras partes del mundo, existen templos donde se rinde culto a Satanás.
Para la ocasión, los novios cambiaron el tradicional atuendo blanco por vestimentas rojas, y el novio llegó montado a caballo. Los cánticos de la ceremonia fueron íntegramente himnos dedicados a la deidad Astaroth, mientras varias mujeres danzaban alrededor de la pareja. La boda fue oficiada por los líderes de la Iglesia Luciferana, Jonathan de Oliveira Ribeiro y Lídia Almeida Oliveira.
Siguiendo el molde de una boda cristiana, los contrayentes ofrecieron sus votos en público; sin embargo, dejaron claro su credo demoníaco al colocar en el altar un árbol que —según explicaron— simboliza el crecimiento de su unión y está consagrado a Astaroth. Ambos prometieron cumplir los “diez mandamientos” internos de su secta, reservados solo para sus miembros.
Algunas páginas han divulgado esos supuestos mandamientos —en realidad once, porque incluyen un punto adicional— que circulan de forma no oficial en comunidades luciferinas. A continuación se reproducen tal como se publican habitualmente:
Lucifer representa la luz del intelecto, la sabiduría y el poder únicos de cada individuo que se atreve a asumir esa responsabilidad.
El Adversario simboliza al liberador interior y rebelde espiritual que impulsa la auto-evolución.
Lucifer es el portador equilibrado de la antorcha de Venus: luz al amanecer y al anochecer.
El Adversario encarna la chispa de conciencia que cuestiona todo y sitúa la responsabilidad solo en uno mismo.
La “caída” de Lucifer alude a la liberación de la mente de la esclavitud y al valor de explorar y dominar la propia oscuridad.
El Adversario representa la rebelión con propósito: sabiduría, fuerza y poder.
Lucifer alienta el amor propio saludable y el cuidado del templo que son mente, cuerpo y espíritu.
Para ser tu propio “dios” necesitas la sabiduría y la fortaleza de gobernarte como si tu mente sobreviviera al cuerpo mortal.
Practica la indulgencia con moderación: ama a quien lo merece y desprecia a quien no lo merece.
Todo acto, por altruista que parezca, nace del interés propio; reconocerlo permite elegir acciones que te beneficien a ti y a tus seres queridos.
“Llegar a ser dios” es comprender que tienes el poder de crear y sostener tu propio camino e iluminar tu potencial autodeterminado.
Aunque ellos adoran a Astaroth, lucifer es el líder de todo esto, ya que dicen que es la luz que los guía y que su secta solamente busca que las personas encuentren la «sabiduría». En la iglesia luciferiana utilizan la cruz invertida con una fachada con colores negro y rojo.
El mundo verdaderamente se ha salido de control, ya no extraña escuchar o leer cosas tan horrendas como estas.
