No hay paz para los malos

Los malos, aquellos que solo piensan en hacer el mal y cuyos corazones están llenos de iniquidad, no hallarán reposo para sus almas. Así lo declara el mismo Señor en Su Palabra: “No hay paz para los malos, dijo Jehová.” (Isaías 48:22). Esta afirmación es contundente y eterna, porque la maldad nunca puede convivir con la paz de Dios. Los que eligen vivir en el pecado, apartados de la verdad y guiados por sus propios deseos, viven en una guerra interior. Sus conciencias turbadas no les permiten descansar, porque el pecado corroe el alma y destruye la paz que solo el Señor puede dar.

El camino del impío es un camino de oscuridad. Puede parecer que prospera por un tiempo, pero su fin es amargo y lleno de consecuencias. El que practica el mal cosecha dolor, pues la justicia de Dios es perfecta y no dejará sin castigo al que persiste en el pecado. El Señor advierte con amor, no por deseo de destruir, sino para que el hombre se arrepienta antes que sea demasiado tarde. Quien vive sembrando odio, mentira, injusticia o violencia, no puede esperar paz, porque su corazón está lejos de la fuente de toda bendición. Solo aquellos que buscan al Señor sinceramente hallarán descanso y perdón.

En el libro del profeta Isaías, Dios le habla a Su pueblo Israel para reprenderlo y llamarlo nuevamente al arrepentimiento. Él les dice: “No hay paz para los malos, dijo Jehová.” (Isaías 48:22). Esta es una reprensión directa a un pueblo que se había alejado del camino recto. Israel conocía la ley, conocía la voluntad de Dios, pero decidió seguir sus propios caminos. Sin embargo, Dios, en Su misericordia, no los abandonó sin antes advertirles de las consecuencias de su desobediencia. Lo mismo sucede hoy: el Señor sigue llamando a los hombres a dejar sus malos caminos, a apartarse de la iniquidad y volver al camino de la justicia antes de que llegue el día del juicio.

Si anhelas paz verdadera, ven a Cristo. Él es el Príncipe de Paz, el único que puede limpiar tu corazón y darte una nueva vida. No hay descanso para los malos, pero hay redención para los arrepentidos. Deja atrás las obras de las tinieblas, busca al Señor mientras puede ser hallado, y Él tendrá de ti misericordia. Vive haciendo el bien, camina en santidad y deja que Su Espíritu guíe tu vida. Entonces, conocerás una paz que sobrepasa todo entendimiento, la paz que solo Dios puede dar. Que el Señor te bendiga y te ayude a permanecer en Su camino hasta el fin. Amén.

Dios en su ira reparte dolores a los impíos
Jehová no desamparará a su pueblo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *