¿Qué es aquello que nos hace vencer todo temor, nos hace apartarnos de lo malo, nos llena de paz, hace nuestro camino es diferente? Es el amor de nuestro Señor, el cual conocimos y nos cambió.
Dios nos dio Su amor verdadero para que pudiéramos seguir lo bueno, actuando sin fingimiento, porque todo aquel que lleva este amor dentro de su corazón, camina recto delante de Dios y rechaza toda mala obra.
El siguiente versículo bíblico habla sobre el amor de Dios, de qué manera debemos nosotros actuar cuando tenemos el amor del Señor.
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Romanos 12:9
Aquí el apóstol Pablo exhorta a los cristianos a seguir caminando como cristianos y fieles seguidores de Cristo, actuando con un amor de corazón, que no sea fingido, haciendo lo bueno y aborreciendo lo malo.
Así es como debe ser el amor de un cristiano para con los demás, un amor que salga del corazón, que sea verdadero, que no le mostremos a los demás una buena cara solo por mostrarla, sino que sea algo genuino.
Hermanos, recordemos que todo aquel que invoca el nombre del Señor, debe sujetarse a Dios y hacer el bien, apartándose de todo mal. Demostremos el amor de Cristo de una manera real, así como Cristo demostró Su amor por nosotros.