Velad, estad firmes, esforzaos

La vida cristiana no es fácil, pero tampoco estamos solos en ella. Cada día enfrentamos pruebas, tentaciones y ataques espirituales que buscan alejarnos del propósito de Dios. Sin embargo, el Señor nos ha dado las herramientas para mantenernos firmes y resistir, de manera que podamos vivir como verdaderos discípulos suyos, hombres y mujeres que se esfuerzan por buscar siempre la voluntad divina. En esta reflexión aprenderemos la importancia de velar, estar atentos y mantenernos firmes en la fe para vencer las dificultades y perseverar hasta el final.

Si velamos, nos mantenemos firmes y nos esforzamos podremos soportar los ataques del enemigo y de esta forma podremos ser verdaderos cristianos que buscan la voluntad divina de Dios.

Cuando un soldado va a la guerra, nunca va con el fusil descargado, porque si hace eso, será presa fácil de los que están en su contra. Pero al que está firme y velando, a éste no lo tomarán por sorpresa porque su fusil estará preparado y el soldado está alerta. De esta misma forma debe estar todo el que anda en los caminos del Señor.

El que está atento y firme, puede permanecer en los caminos, esforzándose en todo momento, en los momentos malos y en los buenos, actuando de esta manera podrá llegar a estar tranquilo, aun en medio de su lucha porque sabe Dios estará con él.

En la primera carta del apóstol Pablo a los corintios encontramos una enseñanza que podemos aplicar hoy en día para poder permanecer en el Señor ante estos tiempos difíciles:

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

1 Corintios 16:13

Claramente Pablo estaba hablando a los cristianos sobre su firmeza en el camino del Señor, andando en la fe fielmente y haciendo todas las cosas del Señor con gran amor.

El apóstol Pablo sabía que mientras el tiempo pasaba, las cosas iban cambiando, por eso exhortaba sobre estas cosas, alentando a la iglesia a estar firmes, a velar y portarse como hombres y mujeres de Dios y ante todo hacer todas las cosas con amor.

Sabemos que podemos lograr todas estas cosas estando sujetos a los mandatos del Señor, actuando con gran devoción y amor. Tomemos y practiquemos este gran consejo del apóstol Pablo.

Velar significa estar despiertos espiritualmente, atentos a lo que sucede a nuestro alrededor y a lo que ocurre dentro de nuestro corazón. El enemigo buscará cualquier oportunidad para desviarnos, pero aquel que ora, que medita en la Palabra de Dios y que mantiene una vida de obediencia, no será sorprendido. Así como el soldado vigila de noche, así debemos vigilar nuestro corazón para no caer en tentación.

Estar firmes en la fe implica tener convicciones claras, no dejarse llevar por cualquier viento de doctrina ni por las corrientes de este mundo. Vivimos en tiempos donde los valores cristianos son cuestionados, pero el creyente que confía en Dios y en Su Palabra permanece estable, sabiendo que Cristo es su roca y fundamento.

Esforzarnos significa dar lo mejor de nosotros en el servicio al Señor. No se trata solo de resistir, sino de avanzar en la obra de Dios, de crecer en santidad, de amar más, de perdonar más y de ser ejemplo para otros. El esfuerzo constante demuestra que nuestra fe no es pasiva, sino viva y activa.

Querido hermano, cada día tendrás la oportunidad de poner en práctica este consejo de Pablo: velar, estar firme y esforzarte. No importa qué tan fuerte sea la batalla, si permaneces en Cristo, la victoria está asegurada, porque Él mismo peleará por ti.

Conclusión: El llamado de la Biblia es claro: debemos mantenernos vigilantes, firmes en la fe y esforzados en todo tiempo. Así podremos enfrentar las pruebas sin temor, con la certeza de que Dios nos sostiene. Recordemos que no es en nuestras fuerzas, sino en el poder del Espíritu Santo, que podemos perseverar hasta el final. Haz de esta exhortación un estilo de vida y verás cómo Dios te da paz y victoria en medio de las luchas. Amén.

No desmayemos
Esto recibe el que es humilde y teme al Señor