Anda en el camino que Dios te mandó

Andar en el camino del Señor es lo mejor que le puede pasar al ser humano, es la mejor dirección, porque cuando andamos bajo Su voluntad y su senda, todo ira bien.

En este caso hablaremos de la respuesta de Dios al pueblo de Israel, el Señor sabía que al pueblo de Israel llegaban momentos en que se apartaban de Su ley, en que solo pensaban en recibir de Dios y luego abandonar Su camino.

El pueblo siempre cometía muchos errores delante de Dios, pero aun Dios le habla y le decía que debían andar bajo Sus caminos, para que todo les saliera bien a ellos y a sus hijos.

A veces el pueblo no recibía de parte de Dios debido a su desobediencia, ellos fracasaban por ignorar la voz del Dios todopoderoso. A continuación veremos lo que Dios le dijo al pueblo:

Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

Deuteronomio 5:33

Es claro que el mismo Dios le hablaba al pueblo muy claro sobre Sus mandamientos, en esta misma parte podemos mencionar lo que el pueblo hizo después que salieron del Egipto, cuando Moisés subió al monte, el pueblo se corrompió en gran manera, adorando a un becerro de oro hecho por ellos mismos.

Es por eso que el mismo Dios le habla al pueblo, «andad en el camino que Dios te ha encomendado, para que tus días sean buenos», y les decía que esa tierra que recibirían, pues sus días sean largo allí.

De la misma manera, amados hermanos, andemos correctamente en el camino de Dios, para que un día podamos reunirnos con Él en esa tierra que nos prometió que habitaríamos por toda la eternidad.

Reflexión final

Reflexionar en este pasaje nos muestra que andar en el camino del Señor no es solamente una opción, sino una necesidad vital para cada creyente. El ser humano siempre tiende a desviarse, como el pueblo de Israel que tantas veces prefirió seguir sus propios deseos antes que obedecer al Señor. Sin embargo, la misericordia de Dios siempre se manifestó llamándolos de nuevo a Su senda. Esto nos recuerda que el Señor sigue teniendo paciencia con nosotros, pero espera que seamos firmes y constantes en la obediencia.

Caminar en el camino del Señor implica compromiso, fe y disciplina espiritual. No basta con acercarnos a Dios en los momentos de necesidad y luego olvidarnos de Sus mandamientos; la verdadera bendición viene cuando decidimos permanecer bajo Su voluntad cada día. El versículo de Deuteronomio 5:33 no es una simple exhortación, sino una promesa: si andamos en Sus caminos, tendremos vida, bienestar y una herencia que trasciende esta tierra.

El ejemplo del becerro de oro es una advertencia muy clara para nosotros hoy. Cuando el ser humano pierde la paciencia y aparta sus ojos del Señor, fácilmente busca ídolos modernos que reemplazan la verdadera fe: dinero, poder, placer o cualquier otra cosa que ocupe el lugar de Dios en nuestro corazón. Pero nada de eso trae paz ni vida duradera, solo la obediencia a Dios garantiza días de bendición.

Por eso, hoy debemos preguntarnos: ¿Estamos caminando en la senda del Señor o hemos dejado que las distracciones de este mundo nos aparten de Su camino? La vida cristiana es una carrera de perseverancia, y cada paso debe estar guiado por Su Palabra. Recordemos que Jesús mismo dijo que Él es el camino, la verdad y la vida, y que nadie puede llegar al Padre si no es por medio de Él. Esto significa que andar en el camino del Señor es andar en Cristo, reflejando Su carácter y Su amor.

Finalmente, hermanos, no olvidemos que el llamado de Dios es para nuestro bien. Él desea que tengamos largos días, no solo aquí en la tierra, sino la vida eterna prometida en los cielos. Si perseveramos en Su Palabra, si guardamos Su instrucción, no habrá circunstancia que pueda robarnos la bendición. Confiemos en que Sus caminos son perfectos, y aunque a veces no los entendamos, nos llevan siempre al lugar de paz, descanso y plenitud. Sigamos andando en el camino del Señor con gozo, fidelidad y esperanza, sabiendo que un día estaremos con Él por la eternidad.

Si eres misericordioso serás bendito
Oración de la mañana para dar gracias a Dios