Paraos en los caminos, mirad, y preguntad por la senda antigua

¿Senda antigua? ¿Qué es la senda antigua? Muchas personas han usado este término como un asunto meramente cultural o ligado a interpretaciones sobre la vestimenta o costumbres externas, sin embargo, el verdadero significado de la expresión va mucho más allá de lo superficial. Hay un pasaje muy conocido en la Biblia que nos habla de las sendas antiguas, y es clave comprender su contexto para no quedarnos con una idea reducida. La pregunta que debemos hacernos es: ¿realmente sabemos lo que significa caminar por la senda antigua?

Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.

Jeremías 6:16

En este texto, Dios habla directamente a Su pueblo por medio del profeta Jeremías. El pueblo de Judá estaba descarriado, caminando lejos de los mandamientos de Dios, inclinándose a la idolatría y a la corrupción. Pero aun en medio de su rebelión, Dios les ofrece una salida. Les invita a detenerse, a reflexionar sobre el rumbo que estaban tomando y a preguntar por las “sendas antiguas”. Es decir, a recordar los principios y las enseñanzas que el Señor les había dado desde el inicio de su historia como nación santa. En otras palabras, se trataba de volver al camino del pacto, a la obediencia y al temor de Dios.

Las sendas antiguas y el buen camino son lo mismo; son el camino del arrepentimiento, la reconciliación, el temor y el amor de Dios. Eran el camino de la tradición de Moisés. (Feinberg)

Las palabras del profeta nos muestran que el llamado a la senda antigua no es una invitación a la nostalgia ni a una forma de vida arcaica. No se refiere a usar determinada vestimenta, ni a prácticas religiosas externas. Más bien, es un recordatorio de que la fidelidad a Dios, la obediencia a Su Palabra y la práctica del amor y la justicia son los caminos que siempre han definido al pueblo del Señor. La senda antigua no cambia con el tiempo, porque es el mismo camino de la verdad que Dios estableció desde el principio.

En aquel momento, Judá había perdido de vista lo esencial. Se habían entregado a la idolatría y al pecado, olvidando que el verdadero descanso y la verdadera seguridad solo se encuentran en Dios. Por eso el Señor les llama a detenerse y a mirar. ¡Qué mensaje más actual para nosotros hoy! En medio de un mundo lleno de prisas, de modernidad y de ideas cambiantes, Dios también nos pide detenernos y preguntarnos si estamos caminando en el rumbo correcto. Nos invita a examinar nuestras sendas y a preguntarnos si realmente están alineadas con Su voluntad.

Cuando Jeremías dice “preguntad por las sendas antiguas”, no habla de tradiciones humanas, sino de volver al camino eterno de la Palabra de Dios. El problema de Israel fue que respondieron con rebeldía: “Mas dijeron: No andaremos”. Esa respuesta muestra un corazón endurecido que rechaza la corrección divina. La consecuencia de esa negativa fue el juicio de Dios sobre la nación. Y de la misma manera, cada vez que el hombre se aparta de la senda antigua de la obediencia y de la fe, el resultado es siempre ruina y vacío.

La senda antigua, entonces, es Cristo mismo, quien dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Él es la expresión viva de la voluntad de Dios, y andar en esa senda implica arrepentimiento, fe, obediencia y amor sincero al Señor. Aunque vivamos en una sociedad que promueve lo nuevo, lo moderno y lo efímero, la Palabra de Dios permanece para siempre. Su verdad no caduca, no se adapta a la cultura del momento ni se rinde a las modas pasajeras. El llamado sigue siendo el mismo: andar en la senda antigua es caminar en la obediencia al Evangelio.

Querido hermano y hermana, no permitamos que las voces del mundo nos desvíen del camino eterno. La senda antigua sigue siendo la senda segura, la senda del arrepentimiento genuino y la fe verdadera. Si caminamos por ella, hallaremos descanso para nuestras almas, porque en medio de un mundo turbulento, solo Cristo puede darnos paz. Que hoy podamos detenernos, mirar y decidir firmemente andar en ese buen camino que lleva a la vida eterna.

Aunque no Te vea sé que estás obrando
Busca al Señor y te responderá