¿Es Jesús Dios? Esta es una de las preguntas más importantes de la historia de la humanidad, y aún dentro del mismo pueblo cristiano existen diferentes respuestas. Sin embargo, la Biblia nos da la verdad de forma clara y contundente. Para los creyentes que aceptamos la Palabra de Dios como autoridad, Jesús no fue simplemente un profeta ni un maestro excepcional, sino que es verdadero Dios y verdadero hombre. Él es Emanuel, «Dios con nosotros», como fue anunciado desde antiguo.
En el año 2020, se realizó una encuesta a 3,002 adultos en los Estados Unidos, de los cuales 630 eran confesantes evangélicos. El estudio, llevado a cabo por Ligonier Ministries en conjunto con LifeWay Research, reveló un panorama preocupante en torno a la creencia sobre la deidad de Cristo. Según los resultados, el 52% de los adultos americanos creen que Jesús fue un gran maestro, pero no creen que Jesús es Dios. Este dato muestra cómo la cultura moderna ha reducido a Cristo a un simple personaje histórico, ignorando lo que la misma Escritura declara.
Más impactante aún fue la respuesta de los que se identificaron como evangélicos: un 30% de ellos afirmaron estar de acuerdo en que Jesús fue solamente un gran maestro. Esto demuestra que incluso dentro de las iglesias existe confusión doctrinal, y que muchos no están siendo instruidos con claridad en verdades fundamentales del evangelio. Poner en duda la deidad de Cristo no es un detalle secundario; es socavar la base misma de la fe cristiana.
La Palabra de Dios nos afirma repetidamente que Cristo es Dios. El evangelio de Juan comienza diciendo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Más adelante aclara: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Esto nos muestra que Jesús no fue creado, sino que existía desde el principio, siendo uno con el Padre. En Colosenses 1:16-17 se afirma también: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles… y todas las cosas en él subsisten”.
La encuesta no solo mostró dudas sobre la deidad de Cristo, sino que también reveló que un 65% de los entrevistados cree que Jesús es el primer ser creado por Dios o la mayor creación de Dios. Este error doctrinal es una vieja herejía conocida como arrianismo, refutada en los primeros siglos de la iglesia. Jesús no es un ser creado, Él es eterno, sin principio ni fin, y comparte plenamente la naturaleza divina con el Padre y el Espíritu Santo.
El Dr. Stephen Nichols, director académico de Ligonier Ministries y presidente de Reformation Bible College, comentó acerca de estos resultados:
Estadísticas como estas de la encuesta sobre el estado de la teología pueden sorprendernos, pero también arrojan luz sobre las preocupaciones que muchos cristianos e iglesias estadounidenses han expresado durante décadas. A medida que la cultura que nos rodea deja cada vez más su brújula moral, los evangélicos profesantes se están alejando tristemente del estándar absoluto de Dios en las Escrituras.
Y es precisamente aquí donde radica el gran desafío: mantenernos firmes en la verdad de la Palabra de Dios. No podemos dejar que la cultura o las filosofías humanas dicten lo que creemos acerca de Cristo. Si negamos su deidad, estamos negando al mismo tiempo su capacidad para salvarnos, porque solo Dios podía hacerse hombre, vivir sin pecado y morir en nuestro lugar para redimirnos. Un maestro humano no puede salvarnos, pero un Salvador divino sí.
Por tanto, hermanos, afirmemos con convicción que Jesús es Dios, tal como lo enseñan las Escrituras. Defendamos esta verdad ante la confusión del mundo, y proclamemos con firmeza lo que Tomás declaró al ver al Cristo resucitado: “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:28). Que no seamos parte de aquellos que reducen a Jesús a un simple maestro, sino que lo reconozcamos y adoremos como lo que es: Dios eterno, digno de toda honra, gloria y alabanza.
