El nombre del sacerdote es Stephen Klasek, el cual está cumpliendo con las normas de distanciamiento social, pues, hasta de se le ve con su mascarilla.
Esta foto ya se ha hecho viral, pero, a la vez también ha sido revelada la verdad detrás de la misma, y es que todo esto se trata de un montaje, de algo organizado, simplemente para divertir.
Esto sucedió en la Iglesia Católica de San Marcos, en Manchester, y ellos respondieron lo siguiente sobre la imagen:
«La familia le había pedido que hiciera esta pose copiada de varias publicaciones de sacerdotes que circulan por Internet», explicó la iglesia. «Él [el padre Klasek] estuvo de acuerdo porque pensó que era divertido».
También especificaron que no se trataba de agua bendita, sino de agua común, la cual no fue rociada sobre el bebé sino sobre el padre a manera de chiste.