La Biblia nos habla mucho sobre la paciencia, y es que como hijos de Dios debemos aprender a tener paciencia y a esperar el tiempo de Dios. Lo primero que debemos saber es que Dios no se acomoda a nuestro tiempo o manera de pensar, Dios sabe el momento indicado en el cual debe actuar.
A veces pedimos algo a Dios y Él no responde de inmediato y perdemos la paciencia porque creemos que necesitamos eso exactamente en ese momento, pero no es así, Dios sabe más que nadie cuándo nosotros realmente necesitamos aquello y debemos pedirle a Dios que nos revista de paciencia para poder esperar en Él.
El salmista dijo:
1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Salmos 40: 1-2
Al leer este verso nos damos cuenta que el salmista realmente se encontraba en un momento de aprieto, de dificultad, de esos momentos cuando se piensa que es difícil salir, sin embargo, él dijo que esperó pacientemente en el Señor, y Él se inclinó a escuchar su clamor.
¿Crees que en los momentos duros Dios escucha tu clamor? Esto es algo vital, debemos creer que cuando le clamamos Él nos escucha, y eso se llama fe, y recordemos que la Biblia nos dice que sin fe es imposible agradar al Señor.
Si estás pasando por un momento donde necesitas una respuesta de Dios y aún no la ves materializarse quiero decirte que seas paciente, que a su tiempo Dios responderá, porque Él siempre quiere lo mejor para nosotros.