Firmes en el Señor

La firmeza en el Señor es muy importante, porque si estamos firmes podremos soportar las dificultades que puedan venir a nuestras vidas.

Debemos estar firmes es porque así podremos resistir en el Señor, pero nuestra firmeza viene de nuestra búsqueda del Señor, y del estudio de sus Santas Palabras que son fieles y verdaderas.

En la carta a los Efesios, se nos muestran palabras muy alentadoras que nos mandan a estar firmes en el Señor, ya que si estamos firmes podremos resistir las amenazas del enemigo, y conoceremos todos sus planes.

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Efesios 6:13

En estos tiempos difíciles, llevar el evangelio, de hacer todo lo que Dios nos manda se torna difícil, ya que tenemos muchos obstáculos, pero si estamos actuando con firmeza en el Señor, podremos derribar todo lo que el enemigo ponga en contra de nosotros día a día.

Por eso tomemos toda la armadura de Dios para que podamos resistir las artimañas de satanás, recordemos que debemos obedecer para poder reconocer al maligno cuando venga a atacarnos.

Las noticias y los sucesos que pasan a nuestro alrededor nos dan a entender que los tiempos están difíciles y por eso es que la Palabra de Dios nos manda a estar firmes en todo tiempo, porque por donde menos uno espera, ahí es por donde el enemigo ataca.

Seamos sabios y escuchemos estas palabras de verdad, vistámonos toda la armadura de Dios y así estaremos más que seguros en el Señor, esa armadura que nos guardará, porque esa es la armadura del Dios Todopoderoso.

La importancia de permanecer firmes

La firmeza en Cristo no es simplemente un consejo, es una orden para todos los creyentes. El apóstol Pablo conocía de primera mano los sufrimientos, las pruebas y las persecuciones, y aun así nos exhorta a estar firmes en la fe. Esto significa que nuestra vida cristiana no puede depender de emociones pasajeras ni de lo que suceda a nuestro alrededor, sino que debe estar fundamentada en la verdad inmutable de la Palabra de Dios.

Cuando somos firmes, podemos mantener la esperanza incluso en medio de la tormenta. La firmeza no significa que no habrá problemas, sino que, a pesar de ellos, podemos tener la seguridad de que Cristo está con nosotros. Es como un árbol que, aunque venga la tempestad, sus raíces profundas lo mantienen de pie.

La armadura espiritual como protección

El pasaje de Efesios nos recuerda que no estamos luchando contra carne y sangre, sino contra huestes espirituales de maldad. De ahí la necesidad de vestirnos con la armadura de Dios: el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Cada una de estas piezas es esencial para resistir en el día malo.

Muchas veces los creyentes descuidan esta realidad espiritual, pensando que los problemas de la vida son solamente naturales. Sin embargo, la Biblia nos enseña que existe un mundo espiritual donde se libran batallas. Por eso, la firmeza en el Señor no se logra con nuestras fuerzas humanas, sino a través de la oración, la comunión con Dios y el conocimiento de su Palabra.

Firmeza en tiempos difíciles

Vivimos en una sociedad donde los valores se relativizan, donde lo malo se llama bueno y lo bueno se llama malo. En medio de esta confusión, los cristianos están llamados a mantenerse firmes en la verdad de Cristo. No se trata de seguir modas o ideologías cambiantes, sino de vivir de acuerdo a lo que Dios ha establecido desde la eternidad.

La firmeza también implica valentía, porque no siempre será fácil defender nuestra fe. A veces seremos criticados, rechazados o señalados, pero debemos recordar que nuestra recompensa viene de Dios y no de los hombres. Estar firmes es un acto de obediencia y de amor al Señor.

Conclusión

La firmeza en el Señor es la clave para vencer las adversidades y para mantenernos fieles en todo tiempo. Solo quienes están firmes en la roca inconmovible que es Cristo podrán resistir las pruebas, los engaños del enemigo y las tentaciones del mundo. Hoy más que nunca necesitamos recordar las palabras del apóstol Pablo: tomemos toda la armadura de Dios y permanezcamos firmes. De esa manera, no solo seremos vencedores, sino que también podremos inspirar a otros a mantenerse de pie en la fe.

Muro de protección es Dios en tu vida
Seamos gente de paz