David, rey de Israel, gran salmista, un hombre conforme al corazón de Dios; son muchas las cosas que podríamos decir sobre él, de sus batallas, de sus palabras en la angustia y de las victorias. Y cómo olvidar cuando venció al gigante Goliat bajo el poder de Dios. Lo más importante de todo es, que aunque era un hombre que fallaba, era también un hombre que sabía dar gloria a Dios.
David entona un cántico a Dios en el libro de Samuel:
Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?2 Samuel 22:32
¿Quién es Dios? David había probado ya quién era Dios, puesto que este había visto la obra poderosa de Dios en batallas, cuando venció a Goliat, vio muchas veces como Dios ponía a sus enemigos a sus pies. Entonces David pregunta: ¿Quién es Dios? Y no es que él no tenga la respuesta, pero antes de pasar a la respuesta de David, yo te pregunto: ¿Quién es Dios? o ¿quién es Dios para ti?
¿Quién es Dios para nosotros? Es la pregunta que debemos hacernos, porque hemos visto grandes obras de Dios en nuestras vidas y eso a veces se nos olvida y perdemos la visión de quién es Dios.
David responde a su pregunta y dice: «sólo Jehová». Esto quiere decir, que solo hay un Dios, que no existe lugar para otros dioses, solo existe un Dios verdadero el cual es Jehová el Señor. En palabras más comprensibles, David está diciendo: «¿Quién es Dios? Sólo Jehová, así que lo siento, fuera de Él no hay otro Dios».
Más adelante dice: ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Amigos, Jesucristo es la roca, y fuera de Él no existe otra. Y como David dice en este mismo capítulo: «Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; (V.34)».
Hermanos, Dios es Dios, y Él está con nosotros como poderoso y gigante, ¡deja que Dios muestre su poder frente a ti!
Dios como roca firme en nuestras vidas
Cuando David declara que Dios es la roca, está resaltando la seguridad, estabilidad y confianza que solo el Señor puede dar. Una roca es símbolo de firmeza, de aquello que no se mueve ni cambia. Así mismo es nuestro Dios: inmutable, eterno y seguro. En un mundo lleno de incertidumbres, donde todo cambia de un día para otro, tener a Dios como roca es la mayor garantía de paz.
Esa firmeza no significa que no tendremos pruebas, pero sí asegura que en medio de las tormentas tendremos donde refugiarnos. Así como David, cada creyente puede afirmar que Dios ha sido su roca en momentos de angustia, sosteniéndolo y dándole nuevas fuerzas para continuar.
Un Dios probado en la historia
David no hablaba de un Dios desconocido o teórico, sino de un Dios que había probado en su propia vida. Desde su juventud, cuando cuidaba ovejas y enfrentaba leones y osos, hasta el día en que derrotó a Goliat, siempre vio la mano poderosa del Señor. Estas experiencias formaron en él una convicción inquebrantable de que solo Jehová es Dios.
De la misma manera, nosotros también hemos experimentado la bondad de Dios en distintas etapas de nuestra vida. Cada oración contestada, cada milagro recibido y cada puerta abierta son recordatorios de que nuestro Dios es real y digno de confianza.
Aplicación para nuestra vida
Hoy también podemos preguntarnos: ¿Quién es Dios para nosotros? No basta con repetir lo que otros dicen, cada persona debe tener su propia experiencia con el Señor. La Biblia nos invita a “gustar y ver que es bueno Jehová” (Salmo 34:8), es decir, a experimentar personalmente su amor y fidelidad.
Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, descubrimos que Él es roca firme que sostiene, guía y salva. Aferrarnos a Él nos da la seguridad de que, aunque todo se derrumbe alrededor, nuestra vida permanecerá segura porque está edificada sobre la roca eterna que es Cristo.
Conclusión
David proclamó con certeza que solo Jehová es Dios y que fuera de Él no hay otro. Esa verdad sigue siendo vigente hoy para nosotros: Él es la única roca firme en la cual podemos confiar. No hay dioses falsos, ni filosofías, ni riquezas que puedan sustituirlo. Nuestro deber es reconocerlo, darle gloria y mantener viva la convicción de que Dios es nuestro refugio eterno.
Así como David cantó con gozo y gratitud, nosotros también debemos alabar al Señor en todo tiempo, recordando que en cada victoria y en cada prueba, Él es nuestro Dios. Y al hacer esto, no solo fortalecemos nuestra fe, sino que damos testimonio de que fuera de Jehová no hay otro Dios verdadero.

