Cuando hablamos de mirar a Jesús, no hablamos de una simple acción física, sino de un acto espiritual profundo que transforma nuestra vida. Fijar nuestra mirada en Cristo significa reconocer que Él es el centro de nuestra existencia, el fundamento de nuestra fe y la respuesta a todas nuestras necesidades. En un mundo donde constantemente somos bombardeados con distracciones, tentaciones y preocupaciones, volver los ojos a Jesús es encontrar descanso y esperanza en medio de la tormenta. Recordemos que en Él hallamos paz, sanidad, fortaleza y el verdadero propósito de nuestra vida.
Mirar a Jesús es mirarlo todo porque en Él encontramos todo lo que nuestra vida necesita, a Él debemos mirar, sin importar la circunstancia en las que nos encontremos. Dios está con nosotros.
Leyendo la Biblia nos encontraremos con varias personas que estaban enfermas, muchos padecían de lepra, ceguera, sordera, entre otros males. En este caso podemos hablaremos sobre la historia de una mujer que padecía flujo de sangre.
Al igual que esta mujer, otros fueron sanados, unos de la vista, otros que estaban cojos, otros fueron sanados de un tumor, lepra, entre otros milagros que Jesús a su paso hizo. ¿Cree usted que estas personas no estaban contentas por estos grandes milagros?
Es bueno que cada día le pidamos al Señor que nos ayude a que nuestra fe aumente, así que no dudemos, creamos en el Señor.
Mirar a Jesús también significa depositar en Él nuestras cargas y preocupaciones. Muchas veces tratamos de resolver los problemas en nuestras propias fuerzas, pero terminamos cansados y frustrados. Cuando ponemos los ojos en Cristo, reconocemos que nuestra capacidad es limitada, pero la de Él es infinita. Él es quien abre puertas donde no hay salida, quien calma las tempestades de nuestra vida y quien nos recuerda que nunca estamos solos. Así como esta mujer tocó el manto del Maestro, también nosotros podemos acercarnos con fe para recibir su ayuda en cualquier área de nuestra vida.
Además, este pasaje nos enseña que la fe no es algo pasivo, sino activo. La mujer no se quedó esperando a que Jesús llegara a su casa, sino que se levantó, buscó la manera de alcanzarlo y lo tocó. Su fe se manifestó en acción, y fue esa fe la que desató el milagro en su vida. Esto nos recuerda que la fe verdadera siempre produce movimiento, nos impulsa a orar, a obedecer la Palabra y a confiar incluso cuando las circunstancias parecen imposibles.
Cuando nuestra mirada está en Cristo, aprendemos a vivir agradecidos, porque entendemos que todo lo que tenemos proviene de su mano. Cada milagro, cada bendición y cada día de vida es un regalo de Dios. Por eso, no debemos enfocar nuestra vista en lo que nos falta o en lo que perdimos, sino en lo que Jesús ya ha hecho y en lo que promete seguir haciendo en nuestras vidas.
Conclusión: Mirar a Jesús es mucho más que una frase bonita, es una decisión de vida. Así como la mujer del flujo de sangre fue sanada por su fe, también nosotros podemos recibir sanidad, restauración y esperanza cuando ponemos nuestra confianza en Él. No importa cuál sea la enfermedad, el problema o la dificultad que enfrentemos, si fijamos nuestra mirada en Cristo, siempre encontraremos la salida. Que cada día nuestra oración sea: “Señor, aumenta mi fe”, para que podamos vivir confiados en que el mismo Jesús que obró milagros ayer sigue teniendo poder para obrar hoy.
7 comments on “Una mirada de fe”
La cita del Texto bíblico está mal citado y tiene errores ortográficos q cambian el mensaje. El correcto es Hebreos 11:6.
Deben tener más cuidado ya q yo confirmo los versículos q citan pero otros no y los están induciendo a error. Gracias
yo confío y tengo fe en Jesucristo Dios nuestro señor gracias por tu misericordia bendito Dios amén..
Gracias por darme palabras de Dios,,, soy separado de mi esposa tengo dos hijos he pasado mal
PADRE DIOS en esta hora vengo a ti a pedirte perdón por mis pecados y te SEÑOR que acrecentes mi FE permite PADRE que nunca en mi corazón y en mi vida falte tu ESPÍRITU SANTO ! PAPITO DIOS gracias SEÑOR por el hombre que me diste para compartir mi vida ! Gracias por mis hijos y también por familia y amigos! Cubrenos PADRE con la sangre preciosa y poderosa de tu amado hijo JESÚS en su nombre te bendigo de alabo te doy toda la Gloria la Honra y la Alabanza sólo tú SEÑOR eres grande y poderoso sin ti no somos nada ni nadie! Gracias por ser mi PAPA DIOS! Te amo SEÑOR AMÉN
el señor jesucristo me a liberado de muchos problemas mea sanado de quiste y muchos más de la tristeza de la soledad encontré refugio en dios encontré paz amor estoy feliz te amo jesús de todo corazón con toda mi alma y con toda mi fuerza
AMÉN. GRACIAS SEÑOR INFINITAMENTE. HAS QUE MI FE SEA GRANDE Y NUNCA DECAIGA. TE PIDO POR LA FE DE PERSONAS MUCHAS PERSONAS. YO HE VISTO CON MIS OJOS Y VIVO EN PERSONA PARA VER Y CONTAR LO BELLO Y GRANDE QUE ERES…. ESPERO QUE MUCHAS PERSONAS PUEDAN VIVIR LO MISMO, EN ESPECIAL AQUELLOS NESECITADOS, PORQUE CONTIGO NO HAY ANGUSTIAS, HAS DADO SERENIDAD A MIS DÍAS. GLORIA DIOS, A SU NOMBRE GLORIA. AMÉN. DIOS LOS BENDIGA.
AMÉN DTB LA FE MUEVE MONTAÑAS POR MI FE ME HAS DADO DE ACUERDO A MIS NECESIDADES Y DOY LO MEJOR DE MI A LOS DEMÁS AGRADAR A DIOS SABER TENER UNA BUENA MENTALIDAD PARA SERVIRTE NO PENSAR EN TANTAS COSAS NEGATIVAS QUE CONTAMINE Y DAÑE DIOS MIO CON TODO LO VIVIDO MI FE ES MUY GRANDE LE ALABO Y LE GLORIFICO! QUE TENGAN UN BENDECIDO DIA