Confianza en Jehová

¿Por qué deberíamos confiar en Dios? Porque Él es justo, y nos enseña el bueno camino y que nos ayuda a seguir hacia adelante.

Dios nos muestra su verdad, nos cuida, liberta a los cautivos, los ayuda a caminar, les da fortaleza, los ayuda a vencer en su camino. Dios es nuestra fortaleza por lo cual debemos confiar plenamente en Él.

Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Salmos 4:6

Buena pregunta, el que nos mostrará el bien se llama Dios, el que nos cuida, nos liberta, le da pan al hambriento, lo bendice, en lugares de oscuridad enciende su luz para que pueda ver y no caiga en el fondo de un agujero.

Dios es nuestro socorro, Él ve el mal y nos avisa para que no tropezamos, sus ojos siempre están puestos sobre la tierra, desde los cielos ve todo lo que está en la tierra, nada se le escapa al Dios todopoderoso.

Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

Salmos 4:7

El Salmista David contaba su gran alegría por la bondad del Señor, Él estaba siendo agradecido con Dios por su gran misericordia, porque el Señor no lo dejaba solo en ningún momento, sino que le bendecía y le cuidaba de todos sus adversarios.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Salmos 4:8

Pero más que eso el Salmista David podía decir que dormía tranquilo y que nada ni nadie le molestaría porque su confianza lo mantendría a salvo. Qué bueno cuando estamos tan confiados en el Señor, porque su confianza cada día nos guiará a estar tranquilos.

Confiar en Dios no es simplemente una idea bonita, es una experiencia de vida. Cuando descansamos en Él, encontramos una paz que el mundo no puede dar. Muchos intentan buscar seguridad en el dinero, en las amistades o en su propio esfuerzo, pero tarde o temprano se dan cuenta de que esas cosas no son firmes. En cambio, Dios es roca eterna, refugio seguro en cualquier circunstancia. Él nunca falla, y aunque todo a nuestro alrededor se mueva, en Él podemos estar firmes.

A lo largo de la Biblia vemos ejemplos de hombres y mujeres que depositaron toda su confianza en Dios. Abraham dejó su tierra confiando en la promesa, Moisés enfrentó al Faraón creyendo en el poder de Dios, y Daniel pudo permanecer en paz aun en el foso de los leones porque sabía que el Señor estaba con él. Estos testimonios nos enseñan que el resultado de confiar en Dios siempre es victoria, aun cuando las circunstancias sean adversas.

El mismo Jesús nos enseñó a confiar plenamente en el Padre. Él dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí” (Juan 14:1). Estas palabras nos recuerdan que la confianza en Dios trae descanso al corazón, pues no dependemos de nuestras fuerzas sino de Su fidelidad. Así, podemos entregar nuestras cargas y preocupaciones, sabiendo que Él cuida de nosotros.

Además, confiar en Dios trae gozo. No es un gozo pasajero como el que proviene de los bienes materiales, sino una alegría profunda que permanece en medio de cualquier dificultad. El mismo salmista decía: “El gozo del Señor es mi fortaleza”. Esa alegría viene de saber que estamos en las manos de Aquel que tiene el control de todo.

Finalmente, cuando confiamos en Dios, nuestra vida se convierte en un testimonio para otros. Muchas personas viven llenas de ansiedad y miedo, pero cuando nos ven tranquilos en medio de las tormentas, se preguntan cuál es nuestra fuente de seguridad. Es ahí cuando podemos hablarles del amor de Cristo, de su paz incomparable y de la confianza que se encuentra únicamente en Él.

Conclusión: Confiar en Dios es la mejor decisión que podemos tomar. Nos da paz, gozo, seguridad y esperanza. Así como David pudo decir: “En paz me acostaré y asimismo dormiré”, también nosotros podemos vivir tranquilos sabiendo que nuestro Padre celestial nos guarda. En un mundo lleno de incertidumbre, solo Él es nuestra certeza eterna.

Las aflicciones del justo
Todo lo que es nacido de Dios vence al mundo