Siempre nuestras vidas tienen que estar sujetas en las manos de Dios y confiar en Él todo el tiempo, porque Él es nuestro escudo, nuestro guardador.
Dios es quien nos sostiene en momentos de crisis y de oscuridad, Él es quien nos cuida para que no caigamos en un vacío de donde con nuestras propias fuerzas no podemos salir, y esto es porque el Señor nos ayuda a salir de todo lo difícil que nos encontremos en el camino.
Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Salmos 18:28
Él es quien nos da luz en medio de la oscuridad, y en valles de sombra nos guarda de todo mal. Cuando el maligno nos quiere atacar Él nos apercibe para que nos preparemos.
Dios es quien endereza nuestro camino cuando está torcido, nos ayuda a entender su Palabra y nos da la sabiduría para que podamos seguir hacia adelante, porque la Palabra del Señor nos dice que el diablo es astuto y que él siempre está atento para atacarnos en el momento que menos esperamos.
Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
Salmos 18:29
Cuando leemos este libro de los salmos, nos vamos a encontrar un sin número de hechos que pasaron cuando David era rey. Dios estaba siempre atento a todos los movimientos del salmista David, pero algo que también pasaba era que el Señor de los ejércitos le daba la victoria a su ungido David.
En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan.
Salmos 18:30
El camino de Dios es perfecto, mas nosotros si no andamos en el camino perfecto del Señor, pues entonces vendrá el enemigo y nos atacará y esto es porque no estamos confiados ni preparados en la presencia del Dios todopoderoso.
Es bueno que recordemos que el escudo del Señor nos cubrirá todo el tiempo, pero esto es si estamos en su presencia, ahora si no estamos en su camino entonces no podremos alcanzar su gran misericordia, por eso es bueno que estemos en el camino correcto y que el Señor sea nuestro escudo y salvación todo el tiempo.