Es obvio que la mayor forma en que Dios se ha revelado a los hombres es a través de su propio Hijo y de Su Palabra. De manera que creemos firmemente que la palabra de Dios es suficiente para conocer a Dios. Pero en la Biblia, encontramos que Dios se reveló al hombre de diferentes formas y no dudamos que en su soberanía hoy en día Él pueda hacerlo. Dios se reveló a través de sueños y visiones, estas son solo «formas» en las que Dios se revela y veremos hoy algunos versículos que nos hablan de ello.
1 – Amós 3:7
Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
Este versículo nos muestra la importancia de los profetas como instrumentos de revelación. Dios, en su infinita sabiduría, decide comunicar sus planes a través de hombres escogidos, quienes actúan como mensajeros de Su voluntad. Esto revela que Dios no obra en secreto, sino que prepara a su pueblo mediante aquellos a quienes llama y unge.
Además, esta revelación confirma que nada ocurre sin el conocimiento de Dios. Su propósito es que estemos atentos a Su voz y a las advertencias que envía, para que podamos vivir conforme a Su dirección y no ser sorprendidos por los acontecimientos.
2 – Daniel 1:17
A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.
Aquí vemos cómo Dios otorga sabiduría y entendimiento de manera sobrenatural a quienes le son fieles. Daniel y sus amigos recibieron dones especiales que les permitieron sobresalir en medio de un reino pagano. Esto demuestra que la verdadera sabiduría proviene de lo alto y que Dios equipa a sus hijos para enfrentar cualquier circunstancia.
El entendimiento de visiones y sueños en Daniel no solo fue un regalo personal, sino un medio de revelación para todo un pueblo. Dios usó a Daniel para revelar planes futuros y reafirmar su soberanía sobre los reinos de la tierra.
3 – 1 Juan 4:1
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
El apóstol Juan advierte sobre la necesidad de discernimiento espiritual. No todas las visiones, sueños o mensajes provienen de Dios, pues también existen falsos profetas que engañan con apariencia de verdad. Por ello, se nos exhorta a poner a prueba toda enseñanza a la luz de la Palabra.
Esta instrucción es vital en nuestros tiempos, donde proliferan voces que dicen hablar en nombre de Dios. El creyente debe estar cimentado en la Escritura para identificar lo que realmente proviene del Espíritu Santo y lo que es engaño humano o satánico.
4 – Job 33:14-15
14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende.
15 Por sueño, en visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres,
Cuando se adormecen sobre el lecho,
Este pasaje nos recuerda que Dios busca diferentes formas de comunicarse con nosotros, pero muchas veces no lo entendemos. Él habla de manera directa e indirecta, y aun en nuestros sueños puede transmitirnos un mensaje especial.
La enseñanza es clara: debemos estar atentos a la voz de Dios en todo momento. Aunque no siempre comprendamos al instante, Su propósito es instruirnos, guiarnos y corregirnos para nuestro bien.
5 – Santiago 1:5
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Santiago nos anima a buscar la sabiduría en Dios, quien la otorga sin medida a quienes la piden con fe. Esto incluye el discernimiento necesario para comprender visiones, sueños y revelaciones, evitando así caer en confusión.
El pasaje subraya la generosidad divina. Dios no limita su sabiduría, sino que la entrega abundantemente, porque sabe que la necesitamos para enfrentar los retos de la vida y tomar decisiones alineadas con Su voluntad.
6 – Habacuc 2:2
Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
Aquí se nos muestra la importancia de registrar la revelación de Dios. Habacuc recibió instrucciones específicas para escribir la visión, de modo que pudiera ser entendida por todos y transmitida con claridad.
Esto nos enseña que los mensajes de Dios no son solo para el momento en que son recibidos, sino que tienen un propósito más amplio: edificar a generaciones futuras y guiar al pueblo en el camino correcto.
7 – Deuteronomio 13:1-3
1 Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,
2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
Este pasaje advierte que no toda señal o prodigio es evidencia de que proviene de Dios. Incluso si se cumple lo anunciado, debemos evaluar si conduce a la fidelidad al Señor o a la idolatría. Dios permite estas pruebas para medir la autenticidad de nuestro amor hacia Él.
Por eso, no debemos dejarnos deslumbrar por lo sobrenatural, sino que todo debe ser filtrado a través de la fidelidad a Dios y Su Palabra. El verdadero profeta siempre exaltará a Jehová y nunca desviará al pueblo hacia otros dioses.
Conclusión
La Biblia nos muestra que Dios, en Su soberanía, ha utilizado diferentes medios como sueños y visiones para comunicarse con el hombre. Sin embargo, también nos advierte sobre la necesidad de discernimiento, ya que no todo lo que parece espiritual proviene de Él. Nuestra seguridad está en la Palabra escrita, que es la base para probar y confirmar cualquier revelación.
Hoy más que nunca debemos valorar la suficiencia de las Escrituras y depender del Espíritu Santo para comprender la voluntad de Dios. Los sueños y visiones pueden ser usados por Él, pero siempre estarán sujetos a la verdad eterna de la Biblia, la cual nos guía hacia una relación genuina y fiel con nuestro Señor.