Lee y escucha el testimonio de Paul Washer: Un mentiroso y un cobarde

Testimonio-de-Paul-Washer

(www.illbehonest.com) — Anteriormente les habíamos mostrado un fragmento del testimonio de Paul Washer.  Hoy les traemos su testimonio completo, el cual está titulado «Un mentiroso y un cobarde».  Esperamos que sea de gran edificación y bendición para todos ustedes.

Si hay una cosa que me destacaba en mi vida antes de Cristo es que yo era un mentiroso. Mentía más que cualquier ser humano que he conocido. Y me pongo a pensar: Ahora se me conoce por ser valiente y decir la verdad, cuando yo era el cobarde más grande y el mayor de los mentirosos. ¿Ven eso? ¿No es asombroso? Y todavía sería el más cobarde y el mayor de los mentirosos si no fuera por la gracia de Dios.

Me han pedido que dé mi testimonio, y eso siempre es algo de temer, porque con nuestros testimonios a veces somos propensos a volvernos egocéntricos y ególatras y a… incluso presentarnos de tal manera que parecemos una víctima que luego fue rescatada por Cristo, en vez de un culpable que fue rescatado por Cristo. He aprendido, de mirar a los hombres, de estudiar las Escrituras y de mirar al espejo de mi propia vida, que a los hombres les encanta hablar de sí mismos. Así que siempre debemos ser muy cuidadosos con respecto a nuestros testimonios.

Fui criado en un rancho, una granja. Criábamos ganado y caballos ‘cuarto de milla’, de modo que me criaron algo así como a un niño granjero y vaquero. Mi padre era incrédulo. Mi madre era creyente pero tengo una larga ascendencia familiar de gente que sirvió al Señor.

Mi madre era croata y mi abuela era una croata cristiana, y debido a su fe ella sufrió enormemente. Si eres croata, eres católico. Sumamente católico. Y mi abuela fue convertida, así que dejar el catolicismo era también, en cierto sentido, ser traidor a la cultura croata. Pero lo que hacía empeorar las cosas era que la única iglesia evangélica que existía en ese entonces era serbia; y los croatas y los serbios han estado en guerra unos contra otros durante siglos, así que el que ella se hiciera parte de eso lo hacía aún peor. Pero por el testimonio de ella, mi madre fue convertida a la edad de 12 años mientras veía cómo su mamá sufría por Cristo.

Mis abuelos por parte de mi padre fueron unos de los primeros misioneros bautistas en Brasil y en Mindanao.

Antes de nacer fui precedido por un hermano, mi hermano Doug. Y mi padre, literalmente —como escribió en una de sus cartas— adoraba la tierra en la que caminaba mi hermano. Hace unos años descubrí una correspondencia entre mi padre y mi abuelo. En realidad era una carta de mi abuelo y decía esto: “Bob” —así se llamaba mi papá— “Temo enormemente por ti y temo por tu hijo, “porque he oído que tú dices que adoras la tierra en que ese niño camina. “Nuestro gran Dios no va a tolerar ídolos en la vida de ningún hombre”. Un día mi hermano corrió hacia la calle y lo atropelló un auto y lo mató. Y en un sentido real, parte de mi papá murió entonces. Él lo era todo para mi padre. Y yo crecí como bajo la sombra de eso. Y fue bastante difícil, para ser honesto. Fue sumamente difícil. Así que ahí en la granja, el rancho, mi padre era un incrédulo, pero hubo un regalo que de verdad me dio: me enseñó cómo trabajar duro. De hecho, cuando yo tenía 12 años me llevaron al hospital y recuerdo al doctor amonestando a mi papá, diciéndole: “Usted va a matar a este niño. Nunca había visto a un niño en este estado, su espalda y todo lo demás. Tiene que dejar de hacerlo trabajar tan duro.” ¿Pero saben?, en cierto sentido fue muy, muy duro. Pero en cierto sentido fue uno de los más grandes regalos. Fuimos a un preescolar y a un colegio no muy buenos y yo no era en absoluto un estudiante aplicado. Pero recuerdo que cuando fui a la universidad, mi primer año, primera clase —inglés— me pidieron que escribiera un párrafo. Esa fue mi primera tarea. Reprobé. No sabía cómo escribir un párrafo. Pero al final del semestre tenía un siete en la asignatura.. ¿Por qué? Porque la única cosa que mi padre me había dado era trabajo. Sólo trabaja hasta que lo hagas. Eso es todo lo que hay que hacer. Y esa también es una buena lección para los padres que están aquí hoy, especialmente para los que dan escuela en casa. Sé que queremos darles a nuestros hijos latín y cálculo y todas esas diferentes cosas pero lo más importante que pueden darle a su hijo es Cristo… y carácter. Dénles carácter y ellos pueden lograr cualquier cosa. Pueden empezar en el último lugar del curso y saldrán adelante si se les enseña a trabajar.

Mi padre fue una persona que verdaderamente me impulsó. Yo no era un muy buen atleta, pero era atleta y si anotaba 20 puntos en un juego era: “Pudiste haber marcado 30”. Si yo obtenía cierta puntuación en algo: “Pudiste haberlo hecho mejor y así es como pudiste haberlo hecho”. Y siempre era eso; el vaso siempre parecía estar medio vacío. Fue de verdad, de verdad difícil. Él era un hombre muy iracundo, muy dominante, muy fuerte. Él podía ser atemorizador. Una vez vi a mi papá en una situación; se le acercaron seis hombres, entraron en una discusión con él y mi padre los miró a los seis y adoptó una postura como esta; él dijo: “Ustedes me conocen; los azotaré a los seis a la vez; lo haré aquí mismo. Ustedes saben que puedo hacerlo.” Y ellos se echaron para atrás. Él realmente era alguien. Pero siempre estaba enojado, siempre insatisfecho. Sin importar qué sucediera, no era lo suficientemente bueno. ¿Te fijas? Cuando no tienes a Cristo en tu vida, así es la cosa. Nada satisfará a un hombre nunca, excepto Cristo.

Nuestra relación era muy, muy difícil. Yo vivía con mucho temor. Y cuando tenía alrededor de 16 años parecía como que las cosas empezaban a cambiar. Mi padre y yo empezamos a tener una mejor relación. Cuando niño yo era muy bajo, “el enano de la familia”. Sé que no igualé a mi hermano mayor, pero cuando cumplí 16 parecía como que todo cambiaba. Creo que crecí 30cm ese año, subí algo de peso y era más como algo de lo que mi padre podía estar orgulloso. Así que las cosas iban bien. Y un día estábamos trabajando en el rancho. Yo acababa de cumplir 17 y estábamos haciendo un alambrado. Bueno, aqui en Rhode Island puede que ustedes no sepan lo que es eso, pero se toma un rollo grande de alambre de púas, se extiende un poste de acero a través de él, un hombre se pone en un lado y el otro se pone en el otro y vas desenrollando el alambre para construir una cerca para caballos o ganado. Y estábamos conversando mientras caminábamos, incluso riéndonos, lo estábamos pasando bien, y de repente él gritó. Y cuando gritó yo lo agarré y los dos caímos al suelo, y cuando lo di vuelta él estaba muerto. Murió de un infarto de miocardio/al corazón.

Bueno, en ese momento todo cambió en mi vida. Todo. Yo no era cristiano, pero se me conocía como ‘un chico bueno’, sabes, y en cuestión de semanas fui al colegio borracho. Terminé siendo expulsado del equipo de baloncesto del que era capitán. Simplemente todo tipo de cosas.

Entonces, la gente veía eso y decía: “¡Oh/Ah!” y lo dijeron. Veían eso y decían: “Este pobre muchacho…” No, para nada. Se nos ha enseñado a pensar: ‘Es una víctima de la muerte de su padre’. Eso no es verdad. La muerte de mi padre le dio a mi carne malvada la oportunidad de hacer lo que siempre quiso hacer. No había autoridad. Ahora sí que podía vivir. Estaba cada vez más grande, más fuerte. Nadie para decirme qué hacer. Así que yo no era una víctima, era culpable. Y aunque parecía ser un buen muchacho, no era un buen muchacho por dentro. Era sólo que tenía una figura de autoridad muy fuerte sobre mí. Y para ustedes niños, que hacen escuela en casa, tienen que darse cuenta de algo: Puede ser la autoridad de su madre o de su padre y sabiduría, e incluso la relación de ellos con Cristo lo que está controlando la moralidad de ustedes, o refrenando tu inmoralidad. El solo hecho de que haces escuela en casa no significa que seas una persona piadosa. Puedes fingirlo y ni siquiera saber que estás fingiendo. Y luego cuando esa figura de autoridad es quitada de tu vida te transformas en un salvaje. Bueno, no; en realidad no te transformas en un salvaje; simplemente empiezas a manifestar lo que siempre has sido en secreto. De modo que si ves esto en ti mismo esta mañana —ve hacia Cristo. Ve hacia Cristo, ¿ves?

Así que, me gradué del colegio. No sabía qué iba a hacer; y un día estaba en la corte —por alguna razón— ahí, en la ciudad y mi entrenador de baloncesto y uno de los profesores del colegio, me miró y dijo: “¡Oye, Washer! ¿Vas a entrar al ejército?” Dije: “No sé. ¿Por qué?” Él dijo: “Porque es el único lugar donde podrías ir; ya sea ahí o a la cárcel.” Y eso me enfureció mucho. Él dijo: “Porque tú no puedes desenvolverte en la sociedad de afuera.” Me molestó tanto que llamé a una consejera estudiantil aun cuando ya me había graduado —una señora muy agradable en nuestro colegio— y me reuní con ella en su casa y le dije que quería ir a la universidad en algún lugar. Así que entré a una universidad, una buena; pequeña pero muy buena. Ustedes saben cómo la gente va a tratar de glorificar de alguna manera… ya saben, yo era peleador, borracho, era esto, era aquello… Yo era sencillamente el más egocéntrico, egoísta, el patán más vanidoso que hayas conocido en tu vida. Todo giraba alrededor de mí. Quería tener las mejores notas para llegar a ser abogado y ganar mucho dinero. Levantaba pesas 3 horas al día, porque quería ser más grande y fuerte que los otros tipos. Hacía todo lo que podía para ser el centro de atención. Siempre quise ser un superhéroe. Pura vanidad. Vanidad. Y cuanto más te entregas a eso, más ridículo te ves. Ustedes saben: “El emperador está desnudo”. Yo simplemente seguí con eso. Y entonces, mientras haces eso, te entregas cada vez más al engaño. Y empiezas a mentir. Yo era uno de los mentirosos más grandes que has conocido en tu vida. Me acuerdo de una vez mintiéndole a un —iba con un amigo, él dijo: “Caramba, no quiero trabajar mañana. Va a estar tan hermoso.” Yo dije: “Ningún problema. Vamos a hablar con nuestro jefe.” Así que fui ahí e inventé la historia más grande sólo improvisando. Una de las mentiras más grandes del mundo y salimos y mi amigo me miró —mi mejor amigo— y dijo: “¿Sabes?, eres espeluznante. Eres espeluznante.” Y le dije: “¿Qué quieres decir?” Él respondió: “Sabía que estabas mintiendo y te creí.” Y yo hacía eso.

Pero una de las cosas más maravillosas es que Dios no permitió que mi conciencia se cauterizara. Cuanto más profundo me adentraba en mi vanidad, más me odiaba a mí mismo, más oscuro me veía a mí mismo. Y entonces la obra del Espíritu Santo… Simplemente todo en mi vida era una mentira.

Bueno, me trasladé de escuela porque decidí que iba a ser un abogado en petróleo y gasolina, así que me fui a la Universidad de Texas y pensé: “Esta es una nueva oportunidad. Voy a ser una persona distinta cuando llegue allá.” Bueno, ustedes saben cómo fue eso. No fui una persona diferente. Sólo fue cuestión de semanas y quedé atrapado en las mismas mentiras y tenía que vivir algo completamente falso, simplemente todo. Y caí en la cuenta: “Estoy atrapado, no puedo cambiar”. Y a veces —no sé si has hecho esto— pero me levantaba en la mañana para ir a clases y me acuerdo que recién entrando, ¿saben? estaba oscuro; encendía la luz del baño, abría la llave de la ducha y parado ahí en la ducha y tanta oscuridad, no afuera en el cuarto, sino en mí; era como una desesperanza absoluta: “¿Por qué?” No era un filosófico “¿Por qué estoy vivo?” Era sólo oscuridad. No hay esperanza. No hay nada. No hay absolutamente nada.

Y porque me amaba a mí mismo y quería ser el centro de la atención de todos, levantaba pesas. Vivía para levantar pesas y consumía esteroides. Me acuerdo que una noche, era la una de la madrugada; no podía dormir y tenía un frasco de pastillas en mi mano y sólo las estaba mirando y me dije: “Sé que no me matarían si me las tomara todas de una vez pero ojalá tuviera algo que hiciera eso; soy tan miserable.” Y seguía diciéndolo una y otra y vez. Me acuerdo que era: “Soy el ser humano más miserable de este planeta”.

Ustedes saben, por fuera —porque algunos de ustedes pueden estar pensando que el mundo es de verdad algo sensacional; yo tuve un papel importante en esa cosa sensacional. Quiero decir, era muy conocido como un tipo con el cual salir. ¿Saben?, siempre me río cuando pienso en que —conocí gente muy hermosa, modelos y esto y lo otro— y siempre me río cuando veo a una modelo en un cartel publicitario. Porque les diré a los jóvenes: “¿Ven a esa hermosa mujer ahí?” Ellos dicen: “Sí”. Yo digo: “La he visto a las 4 de la madrugada con su cabeza en el escusado, vomitando. La he visto sin su maquillaje”. Y, ¿saben?, he visto eso, he estado ahí, he hecho eso, tengo la camiseta y es sólo —a menos que Dios cauterice tu conciencia— no importa cuán hermosa aparezca esa vida por fuera, es lo más asqueroso del mundo por dentro. Yo sabía que mi vida era miserable. Pero creo que lo peor de todo es que yo sabía que mi vida era sólo una invención, todo era mentira. Y sabía que estaba en esclavitud, porque alguien podía hacerme una simple pregunta y yo no podía decirle la verdad. Simplemente inventaba algo, porque sabía que podía. Uno de mis amigos decía: “Caramba, vas a ser un gran abogado”. Y yo solía pensar para mis adentros: “Sí, terminaré en la cárcel o suicidándome”. Yo sabía en que terminaría.

Así que estaba sentado en la cama y era como la 1:00, 1:30 de la madrugada y golpean a la puerta. Pienso: “¿Qué es eso?” Entonces abro la puerta —era un complejo de departamentos, estudiantes universitarios— Abro la puerta y ahí está este tipo, como de esta estatura, un estudiante de primer año, y está como temblando. Yo estaba mirándolo y él dijo: “Probablemente me vas a golpear”. Lo miré y dije: “¿Sabes? Puede que tengas razón.” Y él continúa: “Pero tengo que decirte algo.” Y yo estoy pensando: “Caramba, este tipo está —algo raro le pasa. Él continúa: “Tengo que decirte algo.” Y le digo: “Bien”. Él sigue: “No puedo soportarlo más. Te tengo miedo, pero temo más a Dios y no puedo soportarlo más.” Estoy como: “Bueno ¿qué?” Él continúa: “Durante dos semanas Dios ha estado diciéndome que venga y te diga algo y he estado con miedo de hacerlo, pero no puedo dormir y tengo que decírtelo.” Yo pienso: “Esto es —Me estás sacando de quicio.”

Y dije —haciéndome el chistoso— “Bueno, ¿qué es lo que Dios quiere decirme?” Esto fue lo que él dijo: “Eres un miserable y vas a permanecer miserable hasta que rindas tu vida a Jesucristo.” Y fue como si me hubiera golpeado con un camión, porque me dije a mí mismo: cuando estaba pensando que soy el ser humano más miserable no lo estaba diciendo en voz alta; él no pudo haber escuchado eso a través de la puerta. Así que hasta las 4:30 de la madrugada caminábamos por el campus y él me decía cosas y lo miré y dije: “Mira, conozco la Iglesia Católica, y conozco la Bautista y sé que las dos están —tú sabes— en lados opuestos. Conozco esos dos grupos y no quiero tener nada que ver con ninguno de ellos”. Y él dijo esto: dijo: “Está bien, “pero yo no estoy hablando sobre la Católica ni sobre la Bautista. “Estoy hablando acerca de la persona de Jesucristo, y lo siento, pero tú no puedes escapar de Éste. ¿Qué vas a hacer con Él?”

Y en verdad empecé a pensar acerca de ello. Empecé a pensar y pensar acerca de ello. Y mi mamá había puesto una antigua Biblia “King James” en mi maleta y la encontré en algún lugar de mi departamento —al buscarla— la había metido en alguna parte. Y abrí la Biblia —fue unos pocos días después— y decía esto: La abrí en un pasaje, dice: “El hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece; “cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser, y su lugar ya no la reconoce.” Y me hizo enojar porque me puse a pensar: “Yo sé esto. Este es parte de mi problema.” Porque recuerdo a mi padre —él era muy listo, muy poderoso, muy respetado, sin embargo cuando murió —recuerdo el funeral— cuando la gente vino esa noche vi a un hombre hablando sobre los negocios de ellos; sus mejores amigos, algunos incluso riendo. Eran sinceros, pero fue como que mi papá murió y todos siguieron adelante con su vida. Y me dije: “Esa es exactamente la forma en que va a ser conmigo. La forma en que es con todos. Eres sólo hierba. Mueres.”

Así que tomé la Biblia y la guardé donde estaba, así, rápidamente y dije, básicamente: “Gracias Dios por decirme algo que ya sabía”. Pero luego la volví a sacar, después de unos minutos, y decía: “Mas la misericordia del SEÑOR es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen.” Y la parte de la “eternidad’ es la que me llamó la atención. Así que leía algo y escuchaba algo a este tipo y empecé como a entender algo acerca del evangelio. Y entonces un día estando en la biblioteca de los estudiantes de la Universidad de Texas estábamos haciendo encuestas sobre petróleo porque teníamos un equipo —competíamos contra otros equipos en la universidad, estos trabajos de aula en los que simulas ser parte de una compañía y uno tiene que hacer todas estas distintas cosas desde encuestas sobre petróleo hasta contabilidad. Así que estábamos haciendo alguna de estas encuestas ahí Y una de las chicas —la única mujer de nuestro equipo— se me acerca y dice: “Oye, voy a tener una fiesta mañana en la noche. ¿Por qué no vienes?” Y yo había pasado por esa etapa de ir a fiestas y todo, pero había llegado al punto en que ya no iba a fiestas. Sólo iba a un bar, ¿se fijan?, quiero decir, un bar —para tipos mayores, Sólo iba a un bar, me sentaba ahí y bebía hasta emborracharme. Podía pasar dos semanas sin hablar con una persona. Sencillamente ya no me importaba. Y ni siquiera sé qué me llevaba a querer tener buenas calificaciones todo el tiempo. Supongo que era la única razón que tenía para estar vivo. Así que la miré y dije: “No, no voy a ir a tu fiesta.” Y ella me miró y todos los tipos que me conocían estaban como mirando y como sonriendo y mirándome mientras yo hablaba con ella. Dije: “No voy a ir a tu fiesta”. Y ella dijo: “¿Por qué?” Y, honestamente, lo que voy a contarles es la verdad. La miré, no fue premeditado, no fue nada por el estilo, sólo la miré y dije esto: Dije: “No voy a ir a tu fiesta porque creo en Jesucristo y voy a seguirlo a Él”. Cuando dije eso, vi su cara y vi a mis amigos, conocidos ahí, en esta empresa conmigo, Los vi mirarme con cara de horror como de: “¿Qué diablos está maquinando ahora?” Y fue como —¿han visto esas caricaturas donde una ampolleta hace “clic”? Literalmente, se encendió —todavía puedo recordar el preciso momento— entendí de sopetón… Fue… [instantáneamente] y la miré y ella me miró y dije: “Eso es exactamente lo que voy a hacer. “Voy a largarme de este edificio ahora mismo y voy a seguir a Jesucristo. Amo a Jesucristo y voy a seguir a Jesucristo”. Y me alejé de ellos, recogí mis cosas y empecé a caminar hacia afuera de esa biblioteca y literalmente, era como si alguien me estuviera llevando en andas. Todo lo que sabía era que Dios me amaba y que todos mis pecados habían desaparecido. Era todo lo que sabía.

Por eso cuando estoy tratando con almas, uno tiene que ser muy cuidadoso —voy a hacer una pequeña declaración teológica aquí ahora, hay que ser muy, muy cuidadoso porque somos salvados por arrepentimiento y por fe pero en las etapas iniciales de la conversión eso no siempre se manifiesta de la misma forma. Por ejemplo, yo era una persona muy malvada Pero en ese momento yo no estaba ahí pensando en lo malvado que era, esta no era una perfecta demostración puritana de arrepentimiento. Yo no estaba pensando en eso. Todo lo que sabía era que Dios me amaba y que estaba reconciliado. Y ni siquiera podía usar esa palabra, pero eso era lo que sabía. Ahora, tú dices: “Bueno, no había arrepentimiento.” Sí, había. Se empezó a manifestar, quiero decir, cada día yo veía más de cuán malvado era yo y me rompía el corazón cada vez más.

Así que cuando se está lidiando con almas hay que ser muy, muy cauteloso porque he visto personas que tienen muy poca seguridad de su salvación, porque, supuestamente, no han tenido esa experiencia de conversión puritana perfecta —pero tampoco la tuvo Jonathan Edwards. Pero al final qué pasa: empieza el arrepentimiento, empieza la fe.

Yo estaba tan feliz y cuando iba hacia la puerta de la biblioteca y la abrí y una chica estaba entrando, que después supe que había estado orando por mí durante 6 meses, ella y varias otras que estaban en el mismo complejo de departamentos que yo, y cuando abrí la puerta ella dijo: “¡¿Paul?!” Y dije: “¿Sí?” Ella continúa: “¡¿Qué te pasó?!” Dije: “¿A qué refieres con qué me pasó?” Ella continúa: “Tu rostro. Estás simplemente —¿Qué te pasó?” Y yo dije: “No sé.” Y me acuerdo que me asusté. Yo sabía que era un ser humano diferente. Era un hombre diferente. Y sólo caminaba, corría, corría cuando nadie me veía y caminaba cuando la gente estaba pasando al lado mío. Tenía que volver y encontrar a ese tipo que estuvo en mi departamento. Y dije: “Mike, ¡estoy asustado!” Él dijo: “¿Qué pasa?” Digo: “Ya no soy yo. No soy yo.” Así que me llevó donde este tipo que lo discipulaba a él, que era el residente —saben, el supervisor— que era cristiano, Mike Martin, un tejano grande. Así que golpeé la puerta y Mike dice: ”¿Qué pasa?” Mike dijo: “Dile lo que pasa”. Los dos se llamaban Mike. Y le dije: “No sé. Creo en Jesús y no soy la misma persona que era hace una hora atrás.” Y él me palmotea la espalda, saben, … tejano grande, dice: “Amigo, ¡has nacido de nuevo!” Eso fue lo que dijo. Y yo dije: “¡¿Qué es eso?!” Ya saben: “¿Qué signfica eso?” Entonces, por más o menos un mes y medio fue glorioso. Todo lo que podía pensar era en Jesús. Recuerdo que al día siguiente me compraron una Biblia de estudio “Ryrie”. Tenía esa Biblia de Estudio Ryrie de la versión NASB, la llevaba a clases. Y mis amigos me miraban otra vez como: “¿Qué estás tramando, Washer?” Yo decía: “No, he nacido de nuevo. No soy la misma persona.” Me acuerdo que, caminando de vuelta de clases el segundo día había una gran multitud en el Centro para los estudiantes y un tipo sentado ahí, como predicando; pero no estaba predicando, estaba hablando sobre humanismo y sexo libre y todas esas diferentes cosas y que no hay moralidad, y yo no sabía nada pero me enojé mucho; yo sabía que él era un mentiroso. Así que me metí entre la multitud, fue como que algo simplemente me levantó y me empujó y llegué justo donde él estaba y dije: “Caballero”, —en voz muy alta— “Usted es un mentiroso y un engañador y está engañando a toda esta gente.” Así que ese fue mi primer sermón. No ha cambiado mucho desde entonces.

Y por alrededor de un mes todo estaba yendo realmente bien porque a veces, cuando Dios salva a una persona, Él literalmente la sumerge en gracia para protegerla. Y entonces un tipo se me acerca y le digo que soy cristiano, y él dice: “¿Cuándo oraste la oración?” Y respondí: “¿Qué?” Y él repite: “¿Cuándo oraste la oración?” Y respondí: “¿Qué oración?” Él dice: “La oración.” Así que se sentó conmigo y me explicó cómo tienes que orar y pedirle a Jesús que entre en tu corazón. Así que estoy como: “Yo no hice eso…” Y entonces, por los siguientes dos meses, o al menos seis semanas, regresó toda la miseria. Todos los días, venía y decía: “Si no oré esto correctamente, si no oré esto correctamente… y la oraba una y otra vez… y un día me di cuenta: ‘Esto es estúpido. Soy una nueva criatura. Me convertí en una nueva criatura ese día en la biblioteca’”.

Pero esto es lo que pasó: Cuando fui convertido como que —yo era un malhablado— quiero decir, un grosero y eso paró sin más ni más. Las borracheras pararon, el otro asunto paró, Lo que no paró fueron… la mentira y la exageración. Tú dices: “Bueno, entonces no fuiste salvado, porque los mentirosos no heredan el Reino”. Bueno, no, había una gran diferencia. Yo podía decir una mentira así de pequeña y era como si Dios clavara una lanza en mi corazón cada vez que lo hacía. Y yo tenía que regresar —es lo más humillante del mundo— e ir donde mi amigo y decir: “Te mentí”, o “exageré esto.” Digo, eran como puñales. Era horrible. Es como si alguien metiera un cuchillo en tu garganta y te desgarrara todo el cuerpo hacia abajo cada vez. De nuevo, Dios saca ciertas cosas de nuestras vidas en el momento en que somos convertidos. Y permite que otras cosas queden para trabajar a través de ellas progresivamente y provoquen que caminemos en humildad, que no saltemos a juzgar a otros. Sabemos que la santificación es un proceso.

Bueno, yo supe casi… Esto realmente va a ser algo difícil de explicar, pero supe casi en el momento que fui convertido, que también iba a predicar. Y la razón por la que supe eso es porque cuando era niño, 14, 15, 13, 12 años… tenía sueños en la noche y siempre podía verme de pie frente a una cortina roja, una sencilla cortina roja y un sencillo púlpito de madera y predicando y despertaba llorando y decía: “Dios” —porque yo detestaba la idea de ser predicador— Decía: “Haré cualquier cosa. Me salvaré” —yo solía decir eso— “si tú sólo me prometes que no tengo que predicar porque no quiero hacer eso.”

Así que yo como que sabía que esto era algo… Y fue, fue simplemente algo que empezó a venir y sentí como que tenía que testificar a la gente. Y me acuerdo de estar de pie afuera en el campus repartiendo folletos y —ustedes saben— muchachas pasando, las mismas que solían —supongo— pensar que yo era “alguien”, yo les pasaba folletos y ellas los tomaban, se reían y los arrugaban en mi cara y los tiraban al suelo. Mis amigos se me acercaron, me sacaron a un lado y dijeron: “¿Qué has hecho?” “¿Te uniste a una secta? ¿Qué demonios estás haciendo? “Estás llamando la atención aquí en medio del campus; la gente piensa que estás loco.” Y recuerdo que les pregunté una vez —tres de ellos vinieron a mí— y dije: “¿Ustedes creen que Jesucristo murió?” Y ellos dijeron: “Bueno, claro que creemos. Tú sabes, todo el mundo sabe eso. Él hizo eso. Voy a la iglesia, sí.” Y continué: “¡Él murió!” Ellos dijeron: “Sí.” Y dije: “¿Qué más puedo hacer? Ahora estoy prisionero. No tengo otra opción. Soy Suyo.”

Y hubo muchas luchas y cosas que siguieron, pero… algo que es realmente —algo que quiero compartir con ustedes es que— Hace unos dos años, tres años atrás, una persona estaba hablando conmigo y dijo: “Hermano Paul, no queremos exaltarte ni nada como eso, pero queremos contarte que te agradecemos por dos cosas: Una, tu valentía —el que tú te pares y digas las cosas que dices aunque los hombres te odien. Y dos: que digas la verdad.” Me dijeron eso y no pensé mucho en ello; luego subí a mi auto —estaba regresando a la iglesia donde estaba asistiendo— y me bajé del auto y de repente caí en la cuenta de lo que ellos me dijeron. Y empecé a llorar sin poder contenerme. Tuve que entrar a la iglesia y meterme en mi oficina. Y la razón fue que pensé: “Mira lo que están diciendo ellos … valentía y verdad.” Antes de que fuera creyente, aun cuando yo era fuerte, un montón de cosas, me intimidaba todo el mundo. Pienso que era la razón del por qué yo levantaba pesas tanto, quiero decir, yo ni siquiera quería ir al Walmart a devolver algo, tenía miedo de que alguien se enojara o algo así. Y entonces volví al pasado y pensé: “Si hay una cosa que me destacaba en mi vida antes de Cristo es que yo era un mentiroso.” Yo mentía más que cualquier ser humano que haya conocido jamás. Y me senté ahí y continué: “Ahora soy conocido por ser valiente y decir la verdad cuando era el mayor de los cobardes y el más grande de los mentirosos.”

¿Ven eso? ¿No es asombroso? Y sería todavía hoy el mayor de los cobardes y el mentiroso más grande si no fuera por la gracia de Dios. Y encuentro sorprendente que cuando leo la historia “La vida de George Muller”, —¿saben?— él manejó millones de dólares, murió básicamente con la ropa que tenía puesta, se encargó de decenas de miles de huérfanos, su reputación fue su administración de las finanzas, y sin embargo, antes de ser convertido era un ladrón que robaba dinero de su propio padre, lo metieron a la cárcel por estafar gente y no pagar sus deudas. ¿No es asombroso eso? Dios toma aquello que no es y hace que sea lo que es. Eso significa que todo es la gracia de Dios.

A veces miro a mis hijos y digo: “¿Ustedes creen que soy un buen papá y que amo a su mamá?” Y ellos van a decir: “Sí papá.” Y continúo: “La única razón por la que ustedes pueden decir eso es por lo que Dios hizo por su papá, porque su papá jamás habría podido casarse, tener un matrimonio, habría sido incapaz de ocuparse de hijos, porque él estaba en esclavitud a su propia vanidad y pecado. Así que cualquier cosa buena que estén recibiendo de este hombre es la obra recreadora de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.”

Y después que fui salvado fui muy, muy afortunado para ir a una iglesia; era sólo una iglesia bautista independiente, pero independiente, no como una denominación; era una iglesia bautista. Y el pastor ahí era uno de los hombres más inusuales que he conocido. No era reformado, no era nada como eso. Hasta hoy no he visto a un hombre predicar con más poder. Nunca he visto un hombre tan lleno del Espíritu Santo como él. Y mientras estuve ahí, un hombre mayor llamado hermano Pittman puso algunos libros en mi mano: “El Secreto Espiritual de Hudson Taylor”, “La Autobiografía de George Muller”; “Por qué tarda el Avivamiento”, de Leonard Ravenhill; y estos libros acerca de hombres que oraban —no sólo oraban, oraban horas y horas y horas al día. Y viendo un ejemplo viviente del poder del Espíritu Santo frente a mí cada domingo y en estos libros, me hizo darme cuenta de algo: el cristianismo, aunque tiene que ver con doctrina —y la doctrina es fundamental— lo es, es sólo que la doctrina es fundamental, (el cristianismo) es acerca de vida y poder. Lo es —el poder para vivir— dice Pablo: “su poder que obra poderosamente en mí.”

Y les cuento este testimonio porque es absolutamente —no puedo entender mi vida aparte de ello—. Por alguna razón, después de unos pocos años en mi cristianismo, Dios empezó a obrar en mí una vida de oración que hasta ahora no he podido igualar. Empezó con una hora al día, luego dos horas al día, a veces tres horas al día… Casi de locos. Trabajaba en una cafetería con el fin de financiar yo mismo la universidad; tan pronto como salía de ahí iba a la biblioteca; regresaba a casa desde la biblioteca a las 11 de la noche Oraba hasta la 1, 2, 3 de la madrugada, luego me levantaba en la mañana a las siete, volvía a clases… simplemente… continuó por meses y meses. Sé que esto suena casi de locos para ustedes, pero decidí que, o bien conocería a Dios, o moriría. Yo era cristiano, conocía a Dios, había nacido de nuevo, pero estaba esto de que podía conocerlo a Él y de que Su poder podía ser una realidad en mi vida. Y yo decía: “Voy a entrar a este closet y no voy a salir hasta que, o bien Dios se junte conmigo —ni siquiera sabía lo que significaba eso— Dios se junte conmigo o yo muera. Me quedaba dormido 15 minutos después y todos mis compañeros de piso llegaban a casa 3 horas después y me encontraban dormido en el closet. Ellos pensaban que yo me había vuelto completamente loco. Así que empecé a poner una alarma de reloj cada 15 minutos porque hasta hoy —debido a que trabajo duro, muchas veces cuando oro me quedo dormido— y así la alarma sonaba, me hacía despertar, empezaba a orar, la ponía de nuevo y por meses todo lo que oraba era esto: “Señor, ya van 47 días ahora… “y todavía no has venido. Tú dijiste que si yo te buscaba, te encontraría.” Y después: “Señor, ya van 93 días.” Y todo lo que hacía durante horas era sentarme ahí y decir: “Estoy esperando, no voy a desertar. No voy a abandonar” y sólo me sentaba ahí. Todos fueron a un retiro de jóvenes, una especie de de retiro universitario en la primavera; nunca olvidaré eso. Y yo sabía que el Señor quería que yo fuera a las colinas del poniente de Texas. Fui allá por 3, 3 días y medio y si alguien me hubiera visto, habría llamado a las autoridades. Estaba en la cima de una colina —llegué al punto en que agarraba piedras y las lanzaba tan alto como podía al cielo diciendo: “¿Esa golpeó la puerta? Esa golpeó la puerta? ¿Me escuchaste? ¡Todavía estoy aquí! ¿Donde estás? ¿Dónde está el Señor Dios de Elías?” Regresé a la escuela. Una noche estaba clamando a Dios… En realidad yo no sabía nada sobre la oración, —aún era un cristiano sólo por alrededor de un año o algo así— clamando a Dios: “Todavía estoy aquí.” Esperé ahí tres horas diciendo sólo: “Sigo aquí. Estoy aquí. Sigo aquí.”

Y de repente, sólo clamé: “Padre… por favor…” Ahora, algunos de ustedes van a estar en desacuerdo conmigo y no me importa, pero en ese momento, Dios vino a ese lugar en tal forma que fui lanzado a tierra y no sé cuántas horas estuve echado ahí en posición fetal cubriendo mi cabeza con mis brazos, pensando que de alguna manera había blasfemado o que Él estaba más que harto de lo que yo estaba haciendo —estaba tan asustado, estuve ahí, no podía controlar mi cuerpo. No sé cuánto duró eso. Yo estaba convencido de que había carros de bomberos y policías y todo afuera del complejo de mi departamento, porque probablemente había fuego bajando del cielo. Entonces no sé después de cuántas horas, pero fui llenado de tal gozo. Se abrió mi boca, y fue como que salieron Proverbios y Salmos y —no, no se asusten, no hablé en lenguas. Pero durante horas sólo estuve hablando grandes cosas acerca de Dios, cosas magníficas acerca de Dios.

Ahora, sea lo que sea que quieran decir, les puedo contar que mi predicación en las calles, todo cambió. ¿Lucho con el pecado todavía? Sí. ¿Llevo avivamiento a todos lados en el bolsillo? De ninguna manera. Pero para mí, la presencia del Dios viviente es más real en este edificio ahora mismo que la presencia de todos ustedes juntos. Y todo lo que estoy queriendo decirles es que nuestro Señor Dios es más que una verdad proposicional. Y ustedes nunca podrán decirme que los santos del Antiguo Testamento estaban más al tanto de la presencia de Dios que aquellos de nosotros en el Nuevo Testamento a quienes ha venido el cumplimiento de todas las cosas. Que Dios es un Dios sobrenatural, que en oración un hombre puede encontrarse con Dios y que Dios puede acercarse a un hombre o una mujer a tal punto que ellos no pueden siquiera —ahora entiendo el lenguaje apocalíptico— que una de las razones por las que un profeta está escribiendo en un lenguaje tan extraño es porque está al borde de la locura. Está viendo cosas que nuestra mente ni siquiera puede comprender. Su lenguaje no podía explicar, porque él no podía comprender. Lo que trato de comunicarles a mis hijos a través de cada doctrina… Queremos que ellos entiendan las confesiones. Queremos que entiendan los principios y proverbios y muchas otras cosas, pero quiero que vean esto, nuestro Dios es un Dios viviente. Y como acostumbraba decir Leonard Ravenhill: “Todos quieren dar una definición nueva de cristianismo, pero lo que el mundo está esperando es una nueva demostración del cristianismo.” Esas han sido cosas que han sido fundamentales para el resto de mi vida. así que vamos a terminar aquí. Pero déjenme decirles esto: Cuando hablamos sobre esto, buscar a Dios y experiencias, no hay dos vidas iguales; lo que le sucede a un creyente no tiene que sucederle a otro. No deberíamos buscar experiencias, sino que deberíamos buscar a Dios en Cristo. Pero con lo que deberíamos quedarnos es con esto: Hay un cristianismo allá afuera, hay un Dios allá afuera que está esperando que lo llamen. Y ser perseguido con audacia. Y de tal audacia Él se complace muchísimo. Algunas veces es casi como que Él mira a los ángeles y dice: “Aquí viene el salvaje de nuevo.” Un salvajismo como ése. Dios se complace en eso. Uno de mis poemas favoritos es: “Hay regocijo en el trayecto, una luz que podemos amar en el camino. Hay asombro y salvajismo para la vida, y libertad para aquellos que obedecen.” Pemítanme orar. Por favor visite nuestro sitio web en heartcrymissionary.com. Ahí encontrará información acerca del ministerio, nuestro propósito, creencias y metodologías y amplia información acerca de los misioneros que tenemos el privilegio de servir.

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Siete enseñanzas que podemos aprender de la historia de Eliseo y Naamán
Reflexión: ¿Quién está dispuesto?
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5 comments on “Lee y escucha el testimonio de Paul Washer: Un mentiroso y un cobarde

  1. Me agrado su historia, es muy interesante, siempre en nuestra niñez tuvimos una vida difícil, que nos marca para siempre, pero Dios en su infinito amor, nos desata las amarras y nos hace libres, en Cristo, Jesús, Señor Nuestro.

  2. Agradezco infinitamente a DIOS y a su hijo bendito y salvador mi señor JESUCRISTO por la vida del pastor Paul Washer y de los hermanos que trabajan en equipo para llevarnos al conocimiento verdadero de la palabra de DIOS de acuerdo a la biblia.

  3. Me agrado mucho lo que lei por favor quisiera tener contactos con ustedes

  4. gracias Dios por la vida del hermano Paul Washer el es un varon que en tu ley medita de dia y de noche,y sus mensajes son de abundante edificacion para el pueblo de Dios.

  5. Pequeñísimo y Miserable Siervo Del Dios de Israel dice:

    Para todos los seres humanos que no tienen claro aún cuál es el propósito de Dios para enviarnos a este mundo, porqué nos envió a la tierra, es muy importante que todos nosotros los seres humanos estemos conscientes que la única razón por cuál Dios nos envió a la tierra, es para hacer su voluntad y arrepentirnos completamente de nuestros pecados y reconocer a Nuestro Señor Jesucristo como Nuestro Señor y Salvador de nuestras vidas, porqué se los vuelvo a repetir y recalcar, simplemente porque no hemos comprendido, que, sin Jesucristo en el día del Juicio Final estaremos condenados al Lago de Fuego por toda la eternidad, y cada uno de nosotros sabe que ya estamos al final del los tiempos…….no se tomen a la ligera lo que les escribo…..es tan simple lograr la salvación…..es solamente por gracia.

    El que cree en la palabra de Dios y a leído y conoce El Libro de Apocalipsis, tomará en serio este mensaje, el que no crea después que todo esto comience a acontecer, se lamentará que hubo alguien en su vida que le mostró su salvación y la despreció. Por favor lean y estudien la palabra de Dios y revisen El Libro de Apocalipsis, les beneficiará en extremo.

    Si ustedes están de acuerdo que el calendario que nos rige actualmente es ante y después de Jesucristo, convendrán conmigo que de acuerdo a la historia de la humanidad y en concordancia con los acontecimientos que están descrito en La Biblia, nos indican que ya no queda nada para que venga Jesucristo para El rapto de su Iglesia, después viene La Gran Tribulación, donde gobernará la tierra el Anticristo durante 7 años, después viene Jesucristo en su segunda venida para el Juicio Final, donde serán juzgado todos los seres humanos que no aparecen en el libro de La Vida del Cordero y que están destinados para el Lago de Fuego, después viene el reino del Milenio, todo esto está en el Libro de Apocalipsis. Si conocen un poco de la historia universal, sabrán que Jesucristo nació en el período en que Herodes gobernaba Judea, Herodes nació en Ascalón el 2 de agosto del año 73 A.C. y murió en Jerusalén, 29 de agosto del año 4 antes de Cristo, porqué les muestro ésta fecha, porque si Herodes murió el año 4 antes de Cristo, significa que cuando Herodes ordenó la matanza de todos los bebés en aquella época, Jesús tendría que haber nacido realmente el año 5 A.C. y si eso es correcto de acuerdo a la historia de la humanidad, significa que de acuerdo a la cronología de la historia en la palabra de Dios, el hombre vivirá en total 7.000 años, desde Adán hasta el Nacimiento de Jesucristo transcurrieron 4.000 años, y de acuerdo a la palabra de Dios, después de 2.000 años viene Jesucristo en su segunda venida para el Juicio Final, los 2.000 años que habla la palabra de Dios se cuentan desde el día siguiente de la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario, entonces tenemos que si Jesucristo nació el año 5 A.C. vivió 33 años, fue crucificado y muerto en el año 28 del calendario actual, o sea el año 28 murió y resucitó, si actualmente estamos viviendo en el año 2020 y le restamos 28 años, significa que han pasado desde la muerte de Jesucristo en la cruz del calvario 1.992 años, (faltan 8 años para enterar 2000) El Rapto de acuerdo al Libro de Apocalipsis sucederá 7 años antes que se cumplan los 2.000 años, esto nos indica que probablemente debería suceder a contar de este año en adelante con un margen de error de aproximadamente 4 años, les digo esto, porque hubieron varios episodios en la historia de la humanidad que no fueron constatado y precisados, eso nos deja un margen de error de unos 4 años que no están indicados y constatados en la historia de la humanidad, El Rapto sucederá en el mes de la fiesta de las trompetas del pueblo judío que se celebra entre el 20 y el 25 de Septiembre de cada año, su Iglesia son todos los seres humanos que hacen su voluntad y tienen una comunión y una relación viva y permanente con Dios y que tienen a Nuestro Señor Jesucristo como su Señor y Salvador de sus Vidas.

    El Rapto tendría que suceder después que hayan transcurrido 1.993 años, si está completamente precisado el tiempo transcurrido, debería ser pronto, podemos esperar que acontezca entre este año en el mes de las trompetas (Septiembre) ó hasta dentro de 4 años más, después del Rapto viene la Tribulación que durará 7 años y después viene Jesucristo en su segunda venida para el Juicio Final.

    Si nos apegamos a la realidad que tenemos en cuanto a la información histórica y Bíblica que se complementan a la perfección, entre el 20 al 25 del mes de Septiembre del 2021 al 2026 aproximadamente, tendría que suceder El Rapto, después vienen los 7 años de La Tribulación, o sea se puede terminar el mundo como lo conocemos, entre el año 2028 y el año 2033, después viene Jesucristo en su segunda venida para el Juicio Final, donde serán juzgado todos los seres humanos que no aparecen en el libro de La Vida del Cordero y que están destinados para el Lago de Fuego, y después viene el reino del Milenio.

    Las Religiones alejan a las personas de Dios, al Padre Celestial no le agradan los religiosos, tener y escudriñar y buscar a Dios a través de su palabra y tener una comunión y relación viva y permanente con Dios, significa ser “CRISTIANO”, todo lo demás es ser religioso, pertenecer a una denominación religiosa como la religión Católica, Bautista, Pentecostal, Metodista, Presbiteriana, Judaísmo, Islamismo y para colmo hasta el Comunismo y el Budismo que no creen en Dios, también están reconocidos como Religiones en el mundo, éstas instituciones, todas ellas, practican dogmas e idolatría y sus costumbrismos adormecen las conciencias de los hombres, donde la gente quiere sentirse muy buena y bondadosa, así de ésta manera, justificarse y creer que ser religioso es estar bien con Dios, simplemente lo que consiguen participando de esas religiones, es convertirse en sepulcros blanqueados por fuera, que aparentan ser perfectos para los hombres, pero por dentro son abominación para Dios, nunca ninguna religión que se practique te hará salvo, la única manera que los seres humanos podemos ser salvo es solamente creer en Nuestro Señor Jesucristo, si dices creer en Jesucristo y también perteneces y prácticas los ritos de una Religión, no eres salvo, simplemente no eres salvo porque también crees en todo lo que se relaciona con la religiosidad que es la tergiversación de la palabra de Dios, el engaño de parte del hombre para que tú deposites tu confianza, tu esperanza y practiques ritos e idolatría de entidades inventadas para adoración y exaltación del hombre, acuérdense que Jesucristo cuando predicaba, increpaba y acusaba a los Escribas y Fariseos de hipócritas, de necios, de rapaces y malignos, todos ellos eran religiosos.
    Ver Lucas capítulo 11 Versículos 37-50;

    37 Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.
    38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
    39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
    40 Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?
    41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
    42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.
    43 ¡Ay de vosotros, fariseos! Que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas.
    44 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
    45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.
    46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley! Porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.
    47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres!
    48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.
    49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,
    50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo.

    No obligo a nadie que crea en la palabra de Dios y que comprenda las cosas de Dios, les recuerdo el primer mandamiento de Dios
    Ver Éxodo Capítulo 20, Versículos 2–6;

    2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
    3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
    4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
    5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
    6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

    El mandamiento descrito anteriormente y el siguiente, es también para recordar a todos los idólatras que practican y participan en religiones donde se hace adoración de imágenes y esculturas hechas por el hombre (Imágenes de supuestos santos, vírgenes y mártires que según el criterio del hombre son santos) a las cuales invocan y adoran, también les hacen mandas, les suplican autoflagelándose para que les concedan favores,
    Ver Salmos, Capítulos 115, Versículos 4-8;

    4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres.
    5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;
    6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
    7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
    8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.

    Todas éstas prácticas son abominación para Dios, con todas éstas idolatrías niegan el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario, donde derramó toda su sangre para limpiarnos y lavarnos del pecado y con su muerte nos libró del pecado de una vez y para siempre.
    Ver Éxodo Capítulo 20, Versículos 23-26;

    23 No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.
    24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
    25 Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás.
    26 No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.

    Tú juzga si estás de acuerdo o no, cumpliendo con lo que Jesucristo antes de partir de este mundo les pidió a sus apóstoles cuando se despedía, difundir su Evangelio de Salvación para la humanidad, espero que recibas este mensaje, y el mensaje de confesión y salvación en Cristo.

    CONFESIÓN AL DIOS ALTÍSIMO EL SANTO DE ISRAEL, PARA NACER DE AGUA Y ESPÍRITU.

    Yo te invoco Dios Altísimo y omnipotente, tú que eres El Principio y el Fin, El alfa y la Omega, Señor de Señores, Rey de Reyes, Él único Dios Viviente, te invoco en el Santo y Poderoso nombre de tú hijo amado Nuestro Señor Jesucristo, vengo con mi Espíritu, alma, mente y corazón para consagrarlo a ti solamente mi Señor, yo te pido y te suplico que atiendas mis oraciones, ten misericordia y clemencia de mí, vengo con mi corazón y mi espíritu muy dispuesto para ti, me arrepiento de todos mis pecados, renuncio a toda mi vida pecaminosa, hazme una nueva criatura libre de pecado y maldiciones, colócame bajo tu protección, lléname de sabiduría y entendimiento de tu santa palabra, te ruego en el Santo y Poderoso nombre de Nuestro Señor Jesucristo que me perdones todos mis pecados, que me laves y me limpies a través de la preciosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, la cual derramó por mí en la cruz del calvario, te suplico Dios mío que nunca permitas que yo me aleje de ti, que siempre esté bajo la unción y el poder del Espíritu Santo, no permitas que me aleje de la unción del espíritu Santo para estar siempre en una comunión y relación viva y permanente contigo Dios mío, obra en mi, para la honra y la gloria de tu Santo nombre, siempre que se haga tu santa voluntad en mi vida, en ti confío Dios Todopoderoso Santo de Israel.

    Yo confieso con mi boca ante Ti, que Jesucristo es él hijo de Dios y que Jesucristo es el Señor de mi vida, creo firmemente y fielmente en mi corazón que Nuestro Señor Jesucristo al ser bautizado en el Río Jordán por Juan el Bautista, tomó todos los pecados de la humanidad desde Adán hasta el último ser humano nacido de mujer, cargó con los pecados de la humanidad, fue apresado, torturado, azotado y crucificado, derramó su sangre hasta la última gota para limpiarnos del pecado y con su muerte en la cruz del calvario, quitó el pecado de una vez y para siempre de la raza humana, descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos y se sentó a la diestra del Dios Todopoderoso, Yo acepto a Nuestro Señor Jesucristo como Él Señor y Salvador de mi vida. Amén y Amén.

    Yo, un humilde siervo del Dios Altísimo, confieso y creo en la única verdad, creo fielmente que cuando Nuestro Señor Jesucristo vino al Jordán para ser bautizado por Juan el Bautista. Ver Mateo Capítulo 3, Versículos 14–15;

    14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
    15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Qué significa cuando Jesucristo dice porque así conviene que cumplamos toda Justicia…….significa restituir al ser humano en la Gloria de Dios, ya que cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios comiendo del fruto del árbol el cual Dios les había ordenado no debían comer, ellos pecaron y fueron destituidos de la Gloria de Dios, Jesucristo con su sacrificio vino a restituir al ser humano en la Gloria de Dios, tomando todo el pecado de la humanidad y posteriormente fue torturado y azotado terriblemente, hasta arrancarle toda su piel y con el derramamiento de toda su sangre, lavó y limpió del pecado a toda la raza humana y con su muerte en la cruz del calvario, quitó el pecado de una vez y para siempre del ser humano, por eso que todo aquel que niega a nuestro Señor Jesucristo se hace enemigo de Dios, porque Dios sacrificó a su hijo unigénito para que nosotros por gracia fuéramos salvos y restituidos en su santa gloria.

    En ese momento cuando Juan el Bautista comienza a bautizar a Nuestro Señor Jesucristo y Juan el Bautista impone las manos sobre Nuestro Señor Jesucristo para Expiar todos los pecados de la humanidad desde Adán hasta el último ser humano nacido de mujer, en ese preciso instante Nuestro Señor Jesucristo ocupa el lugar del Macho Cabrío que los sumo sacerdotes en los tiempos de Moisés y Aarón sacrificaban una vez al año para expiar los pecados del pueblo.
    Ver Levítico Capítulo 16, versículos 16-22;

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.
    17 Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la Congregación de Israel.
    18 Y saldrá al altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor.
    19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.
    20 Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo;
    21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de todo el pueblo, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto.
    22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.

    El macho cabrío obviamente moría en el desierto, y de ésta manera todo el pueblo quedaba completamente limpio de pecado por un período de un año, esto obviamente se repetía todos los años para que el pueblo se purificara, y como el sacrificio era hecho con un ser vivo y mortal, Dios determinó que ésto tenía que ser de manera perpetua, tenía que ser hecho por un ser divino e inmortal, y es en ese momento que la Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo se ponen de acuerdo para llevar a cabo el plan de salvación para la raza humana, y Dios decide que Jesucristo tome el lugar del sacrificio que se hacía con un Macho Cabrío el cual obviamente era mortal, el sacrificio tenía que ser hecho por un ser Divino, un ser inmortal para que se pudiera quitar de una vez y para siempre el pecado de la humanidad, y el único ser santo, divino e inmortal que fue hallado y capaz de purificar y restituir al hombre en la gloria de Dios, fue Nuestro Señor Jesucristo, por el cuál fueron hechas todas las cosas y por el cuál son sustentada y a él le fue dada toda la potestad de todo lo que existe.

    Jesús es sumergido en las aguas del Jordán por las manos impuestas sobre su cabeza por Juan el Bautista, en aquel momento cuando Jesucristo emerge de las aguas del Jordán los cielos le fueron abierto, El Espíritu Santo desciende como paloma sobre Nuestro Señor Jesucristo para fortalecerlo porque acababa de tomar todos los pecados de la humanidad, desde ese instante Nuestro Señor Jesucristo comenzaba su calvario porque ya estaba sobre Él toda la maldad de la humanidad, inmediatamente hubo una voz de los cielos que decía Este es mi hijo amado en quién tengo complacencia, Dios expreso esto, porque acababa de ser complacido por su hijo Jesucristo quién había cumplido el mandato que había pactado al principio con su padre el Dios Altísimo. Ver Mateo capítulo 3, versículos 16-17;

    16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
    17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

    Tú solo debes hacer lo que está escrito en la palabra de Dios, escoger a Cristo como tú Señor y Salvador de tu vida y arrepentirte de una vida pecaminosa antes de conocer a Cristo, solo cuando uno entrega su corazón a Cristo solo entonces tú nombre aparece en el libro de la vida……los cristianos están de por vida bajo el poder y la unción del Espíritu Santo, en el mensaje que te envié está escrito y apegado 100 por ciento a la palabra de Dios que está escrita en la Biblia, espero que tengas sabiduría para comprender que a través de ese mensaje tú y tu casa pueden ser salvos, tú, solamente tú, tienes la decisión de escoger.

    Yo escribí ésta confesión para que tú y toda la gente comprendan de manera muy simple el tremendo y extraordinario sacrificio de parte de Dios y Nuestro Señor Jesucristo, para que nosotros entendamos que Dios nos ama demasiado, que entregó a su único hijo para que nosotros lo escojamos como nuestro Salvador e intercesor para ser restituidos en la Santa Gloria de Dios, todo lo que está escrito es fiel a su santa palabra, todo lo que ahí está escrito es lo que sucedió, lo que pasa es que los sacerdotes y los pastores no quieren que la gente sepa ésta verdad de manera tan simple, porque se les acaba su autoridad, abuso, prepotencia, engaño y lo más importante el dinero del cuál hacen usufructo. Además, ésta verdad que yo estoy simplificando, es como dice la palabra de Dios, que en los postreros días derramaré de mi Espíritu sobre toda criatura para que sean salvos.

    Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; Y todo aquél que invocare el nombre del Señor, será salvo.
    Ver Hechos Capítulo 2, Versículos 17‭-‬21

    Cuando comparto éstas palabras que deberían ser muy importantes para las personas y que es la palabra de Dios, significa que Dios está obrando en mí para la honra y la gloria de su santo nombre a través del Espíritu Santo, cuando uno hace ésta confesión que te envié y la hace con verdadera convicción, tú ya eres salvo, ya estás restituido en la Santa Gloria de Dios, para escoger a Cristo como tu Señor y Salvador de vida, tú tienes que venir tal cual estás, lo más probable es que estés lleno de pecados, todos nosotros antes de escoger a Nuestro Señor Jesucristo como Señor y Salvador de nuestras vidas estamos llenos de pecados, del momento que tú haces ésta confesión, ya estás restituido en la gloria de Dios, Dios dice que aunque tus pecados sean como el carbón, si viniste a Cristo e hiciste ésta confesión que te envié, tus pecados vienen a ser como la blanca nieve, Dios a medida que tú vas creciendo en conocimiento de la palabra, haciendo su voluntad y en verdadero arrepentimiento de tus pecados, el te va descubriendo el velo que no te permitía comprender y entender las cosas de Dios, todo aquel que hace ésta confesión de corazón y verdadero arrepentimiento de sus pecados ya es salvo él y su casa, tienes que tener claro que Jesucristo no vino en pos de los que están salvos y sin pecados, vino en pos de los pecadores, y los pecadores tienen que venir tal cuál están, llenos de pecados, porque la salvación no es por obras, es por gracia, y es así, para que nadie se jacte de ser mejor que otros, después Dios hace la obra para que todo aquel que es salvo crezca en la palabra.

    Nunca olvides que desde el momento que tú ya eres salvo, viene a ti la unción y el poder del Espíritu Santo y te marca, cuando esto sucede tú ya has sido separado por Dios, y tú nombre aparece en el libro de la vida del Cordero y nunca más tú saldrás de ahí, tú ya has sido escogido y marcado a fuego por la unción y el poder del Espíritu Santo, y el Espíritu Santo siempre va a estar en ti por toda la eternidad, si tú sientes que el Espíritu Santo se alejó, es porque tú te has alejado, esto sucede cuando uno comienza a preferir las cosas del mundo y hace a un lado las cosas que son de Dios, en ese momento es uno el que se aleja de la protección del Espíritu Santo, nunca te olvides que al escoger a Jesucristo como tú Señor y Salvador de tú vida, quedas bajo la protección del Espíritu Santo de por vida, no existe nada que sea más poderoso en todo el mundo y el Universo enteró que el poder y la unción del Espíritu Santo que mora en los que somos salvos, Satanás y todos sus Demonios tiemblan cuando se acercan a un hijo de Dios.

    Nunca olvides eso, estar bendecido por el poder y la unción del Espíritu Santo, es estar totalmente protegido de todos los males, es estar completamente protegido de por vida, en tanto tu hagas la voluntad del Padre y mantengas una comunión, y una relación viva y permanente con Dios él Santo de Israel, nunca más vas a estar solo, siempre durante toda tu vida vas a estar en comunión y relación viva y permanente con El Padre, en consecuencia siempre vas a estar bajo el poder y la unción del El Espíritu Santo, Dios nos ama como estamos, todos tienen derecho a la salvación en Nuestro Señor Jesucristo, porque la salvación es por gracia, con una comunión y relación viva y permanente con Dios nos vamos purificando y perfeccionando a través de hacer la voluntad de Dios, y nos va dando sabiduría para comprender su santa palabra (La Biblia), así vamos creciendo y siendo muy bendecidos por El Dios Altísimo.

    Reflexionar respecto de este mensaje y hacer lo correcto, es lo más importante que éstas haciendo en tú vida, no existe nada más importante en nuestras vidas que la salvación en Cristo……siempre piensa en eso, cuando nos toca partir de este mundo y llegar a la presencia de Dios, solo los que escogimos a Nuestro Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador de nuestra vida tendremos el derecho de entrar en el sosiego y el reposo de Cristo a la vida eterna en el Paraíso.

    Recuerda siempre que un verdadero cristiano, cuando se es de verdad cristiano, es el que hace la voluntad de Dios y tiene una relación y comunión viva y permanente con el Padre a través de Nuestro Señor Jesucristo……lo demás es religiosidad…..es paja molida que en el día postrero será echada en el fuego.

    Algo muy importante, el día del Rapto o el arrebatamiento, cuando Jesucristo venga por su Iglesia (su Iglesia somos todos los que tenemos a Jesucristo como Señor y Salvador de nuestras vidas) como está establecido en su primera venida, también en el Rapto serán arrebatados todos los niños y las niñas, ya sean hijos de personas que son salvas como también de personas que no son salvas, todos los niños y las niñas menores, que se entiende por niños menores.…..los que todavía no comienzan la adolescencia, tenemos esa certeza que todos los santos arrebatados por Nuestro Señor Jesucristo, adultos y niños, no sufrirán la muerte, serán como dice la palabra transformados en un abrir y cerrar de ojos con cuerpos imperecederos e inmortales, seremos como Jesucristo, y como lo dice su palabra, Cristianos, Cristiano en hebreo y en griego significa, pequeños santos, pequeños elegidos o pequeños cristos separados para El Señor Jesucristo.

    Todo lo que aquí está escrito, es 100% fiel a la palabra de Dios, o sea si ustedes tienen dudas, lo pueden escudriñar en la Biblia, he indicado muchos pasajes de los libros de la Biblia, en síntesis, todo lo que escribí se encuentra en la Biblia..….ésta palabra es para los que quieren estar en el libro de la vida del cordero cuando les toque ir a la presencia del Dios Altísimo, porque si tú nombre no aparece en el libro de la vida del Cordero, estarás destinado al Lago de Fuego por toda la eternidad.

    Si tú estás de acuerdo con este mensaje de salvación para la humanidad, compártelo a través de todos los medios que estén a tu alcance, así cuando te toque ir a la presencia del Dios Altísimo el Santo de Israel, él te entregará tu galardón en el día postrero. Dios te bendiga.

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