La sabiduría nos enseña que aunque pueda parecer que el camino del mal es bueno y en ocasiones envidiable, no debemos elegir ninguno de sus caminos, ya que a Dios no le agrada.
El hombre malo elige el camino del mal para beneficiarse y vanagloriarse. Dios abomina al hombre de corazón perverso; su corazón está lejos del Señor y de su boca salen palabras destructivas y desordenadas.
Es por eso que si somos justos, no debemos envidiar el camino de estas personas, porque, como nos dice este proverbio, nuestro Señor sabe cómo juzgar al hombre malvado. Si empezamos a envidiar al hombre malvado, entonces Dios traerá juicio sobre todos.
Porque Jehová abomina al perverso;
Mas su comunión íntima es con los justos.
Proverbios 3:32
Es muy claro cuando vemos estas palabras de sabiduría, dejándonos en claro que si imitamos lo que el hombre malvado hace, nuestro Dios traerá sobre nosotros juicio, al igual que sobre ellos, porque Dios conoce el corazón del hombre malvado y por eso será castigado.
También Dios conoce el corazón del justo, es por eso que nos dice: «Apártate del hombre malo, no lo imites ni lo envidies, porque la bendición del Señor para con todos los justos es para siempre».
Hermanos en Cristo, si observamos este tipo de comportamiento en personas que muestran una mala actitud y les va bien, no les envidiemos ni seamos imitadores, porque a Dios no le agrada y el fin de aquellos será muy triste. Dios te bendiga.