Demos alabanzas a nuestro Dios, quien es maravilloso para siempre, demos gracias porque le hemos alcanzado en gran manera, exaltemos Su nombre a son de cánticos.
Sí, este es nuestro Dios que nos ha librado, Él nos ha ayudado a seguir adelante. Dios ayudó a los pueblos a poder caminar en la antigüedad, es por eso que vemos estas palabras en uno de los cánticos de los hijos de Coré:
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
Él nos guiará aun más allá de la muerte.
Salmos 48:14
Este salmo 48 comienza dando alabanzas al Señor, enalteciendo Su nombre. Debemos alabar a Dios donde quiera que nos encontremos, ya sea en el monte, en los pueblos y donde quiera que pisemos. Nuestro Dios debe ser siempre alabado eternamente y para siempre.
Hermanos, reconozcamos la grandeza de nuestro Dios, alabemos Su nombre para siempre. Él Reina por los siglos de los siglos amén.