Cada día de nuestras vidas debemos esperar lo prometido de parte de Dios para cada uno de nosotros, pero también debemos permanecer confiados en Él porque Él es fiel y lo que Él promete lo cumple por encima de todo lo que se oponga.
Así como aquellas personas esperaron en la promesa de Dios, siendo fieles hasta la muerte y no importando todo lo que venía a hacerles la guerra, ellos siempre vivían orando al Señor para que les fortaleciera y les ayudase en sus momentos difíciles.
Por lo cual, oh amados,
estando en espera de estas cosas,
procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
2 Pedro 3:14
Pedro instaba a todas las personas a creer a las promesas del Señor, a no desmayar porque el Señor dejó al Espíritu Santo para que les fortaleciera en los momentos más difíciles de sus vidas.
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación;
como también nuestro amado hermano Pablo,
según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
2 Pedro 3:15
Es bueno que estemos firmes en los caminos del Señor para que cuando venga por nosotros nos encuentre sin mancha ni arruga porque el Señor no viene a buscar el pecado, sino que viene a buscar un pueblo santo.
casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas;
entre las cuales hay algunas difíciles de entender,
las cuales los indoctos e inconstantes tuercen,
como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
2 Pedro 3:16
Jesús le prometió a cada uno de ellos una tierra nueva y un cielo nuevo, donde allí ya no habrá hambre, ni tristeza ni dolor, ya no habrá llanto ni lloro, porque el Señor mismo enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. El Señor será su pastor y estará con ellos por los siglos de los siglos.
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