Pozo de perdición es el destino de los engañadores

El salmista David nos muestra en el Salmo 55 la oración que dirige al Señor, pidiendo por aquellos hombres traicioneros y engañosos que, a su vez, caerán en el pozo de la perdición.

Todos sabemos que Dios no tolera el pecado, y que el final de los malos será triste, aunque en este mundo parecen prosperar, por eso vemos que el salmista deposita su confianza en el Señor al decir:

Mas tú, oh Dios, harás descender aquellos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré.

Salmos 55:23

No es que David hará descender al engañador al pozo de la perdición, sino que la misma condición de ese hombre malo llevará a eso, tal como menciona David en este salmo y en su oración.

Debemos pensar como este hombre de gran valor, orar a Dios y depositar todas nuestras cargas en Él, pues Él puede ayudarnos con nuestras cargas. ¿Sería difícil para nosotros decir: «Señor, en ti confío porque tú eres mi Dios y mi defensor»?

Hermanos, debemos entender que la experiencia del sufrimiento no es eliminada para el cristiano, pero el Señor lo sostiene en todos sus momentos de prueba. Así que aférrate al Señor y Él te ayudará.

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