Debido a las injusticias cometidas en Jerusalén, el agravio que había delante del Señor y el pecado que se estaba cometiendo, Dios estaba airado porque no escuchaban su voz, sino que la ignoraban y hacían lo que ellos querían.
Es por eso que podemos decir claramente que el hombre de mente perversa no conoce la vergüenza, porque no le importa lo que los demás piensen y actúa según lo que sus pensamientos le dictan.
A pesar de que Dios les advirtió que enviaría juicio, quitando a todos los hombres malos y llevándose todo lo negativo para formar una nación pura, esta limpieza debía llevarse a cabo.
Es por eso que también podemos ver que, además del juicio, también habrá redención, porque Dios en medio de ella es justo.
Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.
Sofonías 3:5
Era necesario que Dios actuara en el pueblo para que la generación siguiera adelante, porque de lo contrario el Señor tendría que hacer una limpieza llevándose a todo el mundo al paso de su juicio. Pero por eso fue que habló para que le escucharan.
Hoy en día estamos viviendo tiempos muy difíciles, donde existen hombres perversos y naciones corrompidas, que serán juzgadas por Dios ante el gran trono. Estemos atentos a la voz de Dios que nos llama a que nos separemos del mal y de las malas obras, porque nuestra redención está por venir.