De la única manera que sabiamente podremos combatir la carne y sus deseos es orando al Señor y poniendo nuestras vidas en Sus manos, recordemos que es nuestra lucha es en el mundo espiritual.
Muchas malas obras persiguen a la carne, y si estas débil, es bueno que conozcas las obras de la carne, de las cuales debemos cuidarnos cada día para no pecar contra Dios.
Estas son herramientas diseñadas por el diablo para poder atacar a la iglesia de Cristo, ya que si el creyente está pasando por momentos delicados y su fe mengua, entonces esto será una señal para que el diablo entre y te haga daño.
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
Gálatas 5:19
Es muy cierto que Cristo nos hizo libres, pero más bien una libertad de esclavitud del pecado, no para pecar, sino para seguir a Jesús y darle cuenta a Él de todas las cosas, con firmeza siguiendo Sus pasos y no dejando que la carne venza al Espíritu.
El apóstol Pablo advierte sobre la batalla que mantienen la carne y el espíritu, es por eso que nos manda a que nos mantengamos firmes en la libertad del Espíritu, siendo obedientes hombres sabios en el Señor.
Pablo nos recomienda esto: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Hermanos, busquemos siempre las cosas espirituales estudiando Su palabra en todo tiempo, porque sabemos bien que el enemigo siempre estará al acecho para poder sacarte de la voluntad de Dios.
