Gracias Señor Te doy por lo grande y bueno que has sido porque cuando yo creía que no saldría de aquel problema, entonces Tú llegaste y me libraste, por eso cada mañana cuando me levanto y elevo mi ruego hacia ti, pues Tú me escuchas.
Tus misericordia son nuevas como lo dice Tu palabra, ¿quién como Tú Señor que levanta al caído y lo restauras? Por eso no dejo hacer clamores hacia Ti porque solo Tú me puedes escuchar. Eres Tú mi única esperanza y el que puede cambiar mi lamento en baile.
Bendito sea Tu nombre para siempre, cada día me arrodillaré y alabaré Tu santo y bendito nombre, porque clamo desde la tierra y Tú en los cielos escuchas mi clamor. Por eso mis labios y mi boca no se cansarán de alabarte.
Permítenos poder orar a Ti y que tu Señor puedas escuchar nuestras oraciones así como nos lo dice este hermoso salmo:
Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
Salmos 28:6
Señor, eres bendito, eres santo en las alturas y tu reino es para siempre, gracias porque puedes poner tus oídos para oír nuestros clamores.
Señor, gracias te damos, porque por Tú escuchar nuestro clamor hoy nosotros estamos aquí, nuestras vidas sin estarían vacías. Por eso te alabaré y a ti clamaré por siempre y para siempre.