En un panel bastante interesante, un hombre que antes era ateo, mas ahora ha conocido el evangelio, hace una interesante pregunta: ¿Cómo puedo compartir el evangelio a mi familia que es atea? Especialmente el hombre tenía conversaciones con su hermana sobre evidencias de la existencia de Dios y él quería saber cómo afrentar estas cosas.
Me encanta la manera en la que Paul Washer comienza su respuesta, diciendo que ninguna respuesta sobre ciencia o cultura convertirá a esas personas a Cristo, que solo el Evangelio lo haría.
Si ella tiene una pregunta honesta, como, ¿qué pasa con la evolución? Puedes responder esa pregunta, pero no pensar que al responder todas sus preguntas, la vas a llevar a Cristo. Es el poder del evangelio. Siempre es el poder del evangelio. Y me encanta lo que han dicho Spurgeon y otros. Sabes, con las Escrituras, no tienes que defender las Escrituras más de lo que tienes que defender a un león y dejarlo salir de la jaula. Él se defenderá.
También habló de lo importante que es no parecer un fanático frente a un ateo o un incrédulo, refiriéndose a que si estos no desean escuchar el mensaje de salvación, simplemente debemos detenernos y no molestarlos. Puso el ejemplo de una persona que tenía a su lado en un avión, le pidió permiso para compartirle el Evangelio, aquel hombre dijo que no, a lo que Washer continuó normal con la conversación anterior.
Al final aquel hombre le pidió disculpa por la forma en que lo trató, y esto nos lleva a pensar que aquel hombre no se fue pensando que los «evangélicos» somos unos fanáticos, y debemos tener mucho cuidado con esto, saber hasta dónde podemos predicarle a un incrédulo.
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