La justicia de nuestro Dios es la mejor, ya que estará presente en cualquier suceso que hayamos pasado. Él es nuestra salvación.
Todo aquel que humilla al humilde, que le maltrata y que comete actos que no son agradables delante de Dios, estos serán castigados en su momento, porque Dios es justo y Él pelea por los que caminan bajo Su justicia.
Aunque el justo sea humillado un sinnúmero de veces, nuestro grande y poderoso Dios le salvará de su aflicción y le pondrá en lo más alto y podrá cantar victoria sobre los altivos.
A continuación veremos un verso de un cántico de agradecimiento dirigido al Señor por el salmista, ya que Dios lo había librado de las manos de sus enemigos y de la mano de Saúl:
Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos.
Salmos 18:27
Saúl estaba descontrolado maltratando a los humildes y justos, persiguiendo a aquel el que había sido escogido por Dios y que pronto reinaría en todo el pueblo de Israel.
Es por eso que vemos en este salmo las palabras de David, hablando del fuerte respaldo que él tenía de parte de Dios, ya que este hombre era muy obediente y caminaba según los estatutos del Señor.
Siempre el Señor llegara a tiempo, todo aquel que es justo, será protegido por el Señor y será alcanzado por la salvación de Dios.