Oh Dios, cuán grande y maravillosa es Tu misericordia, de día y de noche somos protegidos por ella, damos gracias a Ti Señor, por Tu enorme bondad hacia nosotros.
Tu misericordia es tan maravillosa que nos da tranquilidad, nos hace estar tan confiados, debajo de Tus alas estaremos seguros, así como dice el salmista, morando bajo las alas de Tu santo Espíritu, que aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré.
Qué bien cuando podemos caminar seguros, sin temor a lo que pueda venir, es bueno que tomemos estos ejemplos de personas que tuvieron su camino difícil, pero que siempre estuvieron confiados en el Señor.
Es tiempo de que no te rindas, sino que te asegures en el Señor, que te apegues y empieces a caminar bajo Sus alas. Él es tu mejor amparo y refugio. Salmos 36:7 nos muestra lo siguiente acerca de cuán preciosa es la misericordia del Señor:
¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Salmos 36:7
En ningún otro estaremos seguros como estos los brazos de nuestro Señor, ¿a dónde más iremos sino al refugio de nuestro Dios?. Con Sus alas nos cubre, Su poder es grande.
Vamos, acércate al Señor de los ejércitos, no temas Él estará contigo, no serás rechazado, sino que serás bendecido con Su cuidado, bajos Sus alas estarás seguro y Su misericordia estará contigo cada mañana.
Regocijémonos en el Señor, demos gracias porque Su amor y misericordia son más altos que los montes. Los humanos corren hacia Él por socorro, encuentran este socorro y son protegidos.