Hermanos, es bueno recordar que nuestro Dios es nuestro ayudador, todo lo que poseemos viene de Él, ya que todo lo que viene de Él es bueno, es por eso que no debemos tener avaricia, y la misma Biblia nos advierte de caer en esta trampa.
¿De qué forma nos podemos cuidar de la avaricia? Proteger nuestros corazones y orar sin cesar al Señor para que cuide cada paso que demos, que nada pueda dañar nuestro camino hacia al Padre.
Debido a los tiempos que estamos viviendo, ocurren estos casos muy a menudo, la avaricia ha ocupado un lugar muy especial en muchas personas, y este es el consejo que nos da la Palabra de Dios:
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Lucas 12:15
Estas palabras de Jesús vienen luego que un hombre le pidiera al Maestro hablar con su hermano para dividir la herencia, a lo que Jesús respondió que Él no fue puesto para repartir herencia.
Hermanos, la avaricia es tan mala que familias se han dividido y destruido por una repartición de bienes y por otros temas relacionados con el dinero y las riquezas. Muchos, luego de obtener lo que deseaban, al ver lo que perdieron solo por conseguir beneficios materiales, es que aprenden las palabras de Jesús que vimos anteriormente: «la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee».
Debemos recordar que nuestras vidas dependen de Aquel que dio Su vida para salvación nuestra. Amigo, si estás poniendo tus bienes como prioridad, o crees que de eso depende tu vida, te aconsejamos que cambies porque nuestras vidas dependen de nuestro Dios, somos del polvo y al polvo volveremos.