Fuera de Dios no hay quien salve

Isaías 43 es un hermoso pasaje de la Biblia que nos habla de la inmensa protección de Dios hacia su pueblo Israel, pero no solo para Israel, sino también una demostración de poder y amor hacia nosotros Sus hijos.

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

Isaias 43:11

El pueblo de Israel, en todo este pasaje, se llena de esperanza al escuchar todas las palabras hermosas que su Dios estaba pronunciando. Palabras de aliento, que les decían que el Dios de Israel estaba con su pueblo, y que sin importar la más grande circunstancia por la que estén pasando, Él estaría con ellos.

Hay algo importante que entender de este verso 11, y es que Dios está destacando Su poderío absoluto, exhibiéndose así como el Dios mayor entre los dioses, y no solo eso, sino como el único Dios absoluto, anulando así la idea de un dios secundario, de un dios inferior.

Dios es el único Dios verdadero, y fuera de Él no existe alguien que pueda salvar. Oh querido lector, en todo mira a Dios, ¿estás en prueba? mira a Dios, ¿sientes que no puedes más en este momento delicado de tu vida? mira a Dios, ¿sientes que no hay remedio para tu situación? Pues, mira a Dios, entrega todas tus ansias sobre Él, pues en tu condición, no hay nadie más que pueda ayudarte que no se llame el Señor fuerte y poderoso.

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Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
Encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien