En la Biblia encontramos diversas promesas para todo aquel que cree en el Señor Jesucristo como su Salvador, y en este artículo veremos una de esas promesas. Ata esta promesa a tu corazón, hazla tuya, y de seguro que Dios nunca te decepcionará.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Santiago 4:8
«Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros»
Esta es una clara promesa de Dios dicha en la carta de Santiago. Dios jamás dejará de acudir a aquellos corazones que le busquen en espíritu y verdad, Él está presto para escuchar nuestros ruegos y súplicas, y esta promesa también la vemos en otro pasaje bíblico:
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mateo 7:8
En la Biblia veremos cómo esos hombres de fe se acercaron a Dios y Dios les escuchó y estuvo con ellos en los momentos más complejos de sus vidas. De la misma manera Dios también estará ahí cuando nosotros nos acerquemos a Él.
Pero esto de acercarnos a Dios no se trata de buscarle cuando tengamos algún tipo de necesidad, sino que debemos acudir a Él en cada momento de nuestras vidas, sea en los momentos fáciles como en los momentos difíciles.
Dato importante sobre el verso
Para muchos estudiosos la parte «a» de este verso es una relación entre el antiguo y nuevo pacto, justamente en aquella escena donde Dios le dice a Moisés que no se acerque a la zarza ardiente y que quite los zapatos de sus pies. En cambio, hoy tenemos libre acceso de acercarnos al Señor, sin intermediarios y bajo la promesa de que si nos acercamos a Dios, Él también se acercará a nosotros.
Pecadores, purifiquen su corazón
La Palabra de Dios siempre hará énfasis en la santificación del hombre, y es por eso que la parte «b» de este verso nos insta a ello: «Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones».
La Palabra original que se usa aquí para definir a un pecador se trata de un «pecador empedernido», de un pecador que peca claramente, que todos saben que está pecando, y a esos pecadores el Señor les insta a que limpien sus manos, y aquellos que son de doble ánimo a que purifiquen sus corazones.
Amados hermanos, mantengámonos firmes delante de Dios, acercándonos a Él y Él se acercará a nosotros.