Esfuérzate tú que esperas al Señor

¿De quién viene nuestra fortaleza? ¿Acaso no viene de la mano poderosa de Dios? Dios es quien nos ayuda cada día, Él es nuestro guía y refugio.

Confiemos en el Señor, porque Dios es quien extiende Su mano para que podamos continuar, tus esfuerzos no son en vano, porque pronto esa recompensa que tanto esperas te será entregada en el tiempo que el Señor lo determine, solo cree y confía y sigue adelante en el nombre del Señor.

No te detengas, escucha la voz de Dios que dice: «Hijo mío esfuérzate y sigue adelante, no te detengas porque yo soy Tu Dios quien abre caminos, quien quita las pierdas de tropiezo para que puedas pasara por el camino».

Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.

Salmos 31:24

El Señor mismo nos manda a no nos detenernos, porque todos los que esperan al Señor deben pedir al Dios Todopoderoso nuevas fuerzas, servir al Señor con todo el corazón, un corazón humillado, dispuesto a obedecer a Dios.

No estamos solos, si Él dijo «esfuérzate», es porque Él caminara de la mano contigo. Dios fiel a Su promesa, Él manda a que nuestros corazones tomen aliento, porque sabemos que este esfuerzo es grande y peligroso, pero si Dios está contigo, ¿quién contra Ti?. Él derrumbará todo lo que esté en tu camino, todo lo que quiera impedir que te esfuerces.

Alaba al Señor, espera en Él, no dejes que el desaliento derrumbe tus esfuerzos en el Señor. Dios está en los cielos y mira tus esfuerzos.

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Que Dios te llene de gozo y paz
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