Alabaré al Señor porque Él es bueno con nosotros, porque Él nos recibe cuando vamos delante de Él. Demos gracias y alabanzas a Dios porque vivimos y estamos de pie gracias a Él.
Tenemos un Dios tan grande, que cuando le necesitamos, Él siempre está disponible para ayudarnos. Al expresarle nuestras necesidades, Él nos escucha y nos da la solución. Por eso es que debemos alabar a nuestro Dios grande y poderoso, Él no se olvida de nosotros, a Él daré mis alabanzas de todo corazón, solo a Él rendiré mi corazón y todo lo que tengo.
En momentos de desesperación nos cansamos y tocamos puertas buscando algún tipo de ayuda material o espiritual, pero a veces nadie sale en nuestro socorro. Pero nos olvidamos que en vez de ir donde humanos, es mejor ir donde Dios, que abrirá la puerta e inclinara sus oídos para escuchar nuestro clamor.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Mateo 7:7-8
Debemos tener plena confianza en nuestro Dios, pues es Él quien tiene la solución a nuestros problemas y sabe obrar en el momento necesario. Solo en Él podemos estar seguros. Así que, alabemos el nombre de Dios porque Sus obras siguen siendo poderosas en nuestras vidas. Clama a Él y esas puerta que anhelas se abrirán en El nombre de nuestro Señor.