Como creyentes de Jesús es normal que pasemos por pruebas, por desprecio de los demás, burlas, etc. Pero en medio de todo eso debemos comprender que tenemos una esperanza, la cual es reunirnos con Cristo Jesús en los cielos, y esa esperanza no debe avergonzarnos.
La Biblia dice:
3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 5:3-5
Es lógico que las pruebas nos sacarán lágrimas, y hasta nos puedan llevar a un terreno donde creemos que Dios nos abandonó. Pero, todas esas tribulaciones por las que pasamos son un honor, pues estamos padeciendo por la causa de Cristo y eso nos moldeará a ser pacientes.
Y esa paciencia nos produce una esperanza que este mundo no tiene, que aunque estemos pasando por diversas pruebas, tenemos esa esperanza viviente de que un día no tendremos más sufrimiento porque moraremos en Cristo por toda una eternidad.
Oh amado hermano, tenemos esperanza en Cristo, y eso es suficiente para seguir luchando, para seguir peleando, soportando, viviendo con un norte real de que estamos peleando una buena batalla y que aún estas tribulaciones son nada comparadas con el peso de gloria que se nos ha prometido.