Todo en la vida tiene un comienzo, excepto Dios, ya que Él no tiene principio ni fin, porque es eterno. Pero, todo las demás cosas tienen un principio y un autor, por ejemplo, la tierra tiene su autor, el pecado tiene su autor, el cual es Adán. Y así como el pecado tiene su autor, la salvación también tiene su autor y damos gloria a Dios por eso.
El autor de los Hebreos escribió lo siguiente:
9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
Hebreos 2:9-10
La salvación comienza con el nombre de Jesús, y en ningún otro hay salvación, en ningún otro nombre los hombres pueden ser salvos.
Para darnos esa salvación, nuestro Señor tuvo que padecer muchas dificultades, dolencias, menosprecios, persecusiones y sufrió hasta la muerte para darnos salvación.
Oh amados hermanos, no creamos que en otro hay salvación, porque no la hay, solo en Cristo Jesús hay salvación y vidas eterna. Glorifiquemos y alabemos a Aquel que se humilló hasta lo sumo, aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, porque vino en cuerpo humano, pero esto le llevó a la glorificación y gloria. ¡Alabado el que está sentado en el trono!